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Por lo general, un equipo de proyecto está conformado por un gerente y por los demás miembros del equipo que trabajan juntos para cumplir el objetivo de un proyecto. Los equipos de proyecto que funcionan bien pueden mejorar la colaboración interdisciplinaria y ayudar a que tu organización realice trabajos de excelente calidad. Aquí te contamos cómo puedes ayudar a los gerentes de proyectos a desarrollar y gestionar de manera efectiva un equipo de proyecto.
En la gestión de proyectos, la conformación del equipo adecuado es similar a armar un mueble complicado; se requiere previsión y una planificación meticulosa, pero cuando se hace bien marca la diferencia.
Sin embargo, antes de organizar un equipo de este tipo, debes entender exactamente a qué nos referimos cuando hablamos de “equipo de proyecto” y qué tipos de roles se deben ocupar para formarlo. En este artículo, haremos un desglose de los conceptos básicos necesarios para formar un equipo de proyecto y te mostraremos de qué manera un equipo bien conformado puede proporcionar a los empleados todo lo necesario para generar trabajos de calidad inigualable.
Un equipo de proyecto es un grupo de personas que trabajan juntas para realizar un proyecto. Por lo general, los equipos de proyecto son interdisciplinarios; es decir, están integrados por colaboradores de distintos grupos o departamentos de una organización y trabajan con un objetivo en común. Los equipos de proyectos son responsables de la finalización exitosa de un proyecto, acorde al cronograma del proyecto y a los objetivos generales.
Normalmente, un equipo de proyecto está conformado por un gerente de proyecto, que supervisa y gestiona al equipo, y un conjunto de colaboradores individuales, miembros del equipo, que trabajan para realizar tareas específicas del proyecto. Los miembros del equipo de proyecto pueden ser internos (como empleados de jornada completa) o externos (como los freelancers). En un equipo de proyecto también puede haber stakeholders, personas que no gestionan ni llevan a cabo tareas del proyecto, sino que tienen un interés por el éxito del mismo y cuentan con distintos grados de autoridad para tomar decisiones.
Los equipos de proyectos varían según el tamaño. Los equipos de proyectos de tu organización, probablemente, varíen un poco según cada proyecto, en función de diferentes factores como el tamaño o los objetivos involucrados. Independientemente de cuál sea el objetivo final, lo que es crucial para alcanzar el éxito es contar con la variedad correcta de habilidades dentro del grupo.
Aquí te mostramos los roles más comunes dentro de los equipos de proyectos:
El gerente de proyecto, también conocido como el líder del proyecto, por lo general, es el responsable de coordinar, supervisar y gestionar el proyecto y a los miembros del equipo de ese proyecto. Los gerentes de proyectos tienen la responsabilidad de garantizar que el proyecto se ejecute sin inconvenientes, desde la kick-off meeting hasta el análisis post mortem del proyecto.
Los gerentes supervisan los proyectos y guían al equipo, ya que son quienes determinan las expectativas, asignan las tareas y coordinan el trabajo. Cumplen la función de mentores, dado que guían individualmente a los miembros del equipo del proyecto, y facilitan la colaboración y las comunicaciones entre sí.
Las principales responsabilidades del gerente de proyecto incluyen:
Trabajar con la alta gerencia para desarrollar el plan y determinar los objetivos del proyecto.
Asignar los recursos del proyecto y desarrollar un plan de gestión de recursos.
Determinar el alcance del proyecto y mantener al proyecto dentro de los límites definidos en el plan de gestión del alcance.
Comunicarse con los miembros del equipo del proyecto y gestionarlos.
Asignar tareas del proyecto y delegar trabajos a los miembros del equipo.
Mantener el proyecto dentro de los plazos previstos y desarrollar soluciones cuando cambian las prioridades o surgen obstáculos imprevistos.
Dar seguimiento a los KPI del proyecto y cambiar el rumbo de manera proactiva en caso de que el proyecto no siga el curso previsto para cumplir con los objetivos.
Coordinar las comunicaciones entre los miembros del equipo y resolver cualquier conflicto interno que pueda surgir.
Plantear las expectativas y comunicar las novedades a las partes interesadas aplicando la gestión de stakeholders.
Digamos que tu agencia de marketing está emprendiendo el rediseño de su sitio web. En este proyecto, el gerente sería el responsable de determinar cuáles son el tiempo y los recursos necesarios para ejecutar el proyecto. También supervisará las operaciones diarias que se llevan a cabo para el rediseño, brindará comentarios y mantendrá el proyecto en el curso previsto. Por último, será quien se ocupe de gestionar a los miembros del equipo.
Un miembro del equipo de un proyecto es una persona que tiene la tarea de producir el trabajo que contribuye a la finalización exitosa de un proyecto. Normalmente, los miembros del equipo de un proyecto son colaboradores especializados que aportan sus habilidades específicas al equipo y al proyecto. Pueden ser empleados de tiempo completo o parcial que trabajan para la empresa o como contratistas externos.
Piénsalo así, los gerentes de proyectos son como los supervisores del proyecto y los demás miembros del equipo, quienes lo llevan a cabo. Recuerda que los equipos de proyectos, por lo general, son interdisciplinarios; por lo tanto, sus integrantes, en muchos casos, forman parte de otros departamentos de la organización. Todos estos equipos por separado necesitan contar con tecnología efectiva para trabajar interdisciplinariamente (y para producir trabajos de primer nivel). Tecnología como una plataforma de gestión del trabajo con integraciones de herramientas.
Las principales responsabilidades de los miembros de un equipo de proyecto son las siguientes:
Producir entregables y aportar trabajos individuales que contribuyan a los objetivos globales y al éxito del proyecto.
Aportar sus conocimientos y comentarios basados en sus áreas individuales de especialización.
Colaborar con otros miembros del equipo en los trabajos del proyecto.
Finalizar trabajos individuales a tiempo y según su prioridad.
Volvamos al ejemplo del rediseño del sitio web. Para ese proyecto, los miembros del equipo del proyecto pueden ser colaboradores de departamentos como el de diseño, copywriting y desarrollo. Sus tareas y entregables podrían incluir el desarrollo de una nueva paleta de colores o de un esquema tipográfico para el sitio, el modelado de diseños nuevos de la página de inicio, la esquematización (wireframing) del sitio web, la redacción de textos nuevos y la codificación final del sitio.
El patrocinador de un proyecto, también conocido como el sponsor ejecutivo, es la persona responsable del éxito general del proyecto. El patrocinador, por lo general, es un ejecutivo de la empresa o alguno de los miembros de la alta gerencia. Es el impulsor (champion) del proyecto, colabora con la asignación de los recursos, defiende el proyecto y garantiza su aceptación.
Dentro de la estructura jerárquica del equipo del proyecto, el patrocinador está por encima del gerente de proyecto. Brinda orientación e intermedia entre el gerente del proyecto y el equipo directivo. Mientras que el gerente de proyecto participa directamente en las operaciones cotidianas del proyecto, al patrocinador se lo incluye en el proyecto para que aporte sus comentarios o para que comunique las actualizaciones de estado con frecuencia diaria, semanal, mensual o trimestral.
Las principales responsabilidades del patrocinador del proyecto incluyen:
Defender el proyecto durante la etapa inicial de planificación, para captar el apoyo necesario y garantizar el financiamiento.
Alinear los objetivos del negocio con los estratégicos y demostrar a todos los stakeholders el valor que aportará el éxito de este proyecto a la empresa en general.
Designar a un gerente de proyecto para que lo lidere y actuar como mentor de ese gerente a lo largo del ciclo de vida del proyecto.
Brindar orientación o su aprobación para las decisiones ejecutivas de los niveles jerárquicos más altos.
Mediar entre el gerente del proyecto y el equipo directivo de la empresa.
Mantener informados a los ejecutivos sobre el progreso del proyecto y las novedades sobre el estado o los entregables de la iniciativa.
Dar cierre al proyecto, incluida la evaluación de desempeño. También, garantizar un hand-off sin problemas.
Para redondear nuestro ejemplo, el patrocinador del proyecto de rediseño del sitio web debería ser un ejecutivo de la agencia de marketing, como el director general creativo. Puede haber decidido impulsar el proyecto y ponerse al frente para hacer que se concrete efectivamente el rediseño del sitio web. Una vez que se inicia el proyecto, el rol principal consistirá en asesorar al gerente de proyecto y en mantener al equipo directivo actualizado con las últimas novedades sobre el progreso del diseño del sitio web.
Un equipo básico de un proyecto casi siempre está conformado por un gerente de proyecto, los demás miembros del equipo y un patrocinador o sponsor. Pero los proyectos pueden variar mucho en tamaño y alcance. Es decir, los gerentes de proyectos deberán adecuar el equipo a las necesidades del proyecto.
A continuación, compartimos algunos roles que se pueden incluir o no en el equipo, dependiendo del tamaño y los objetivos del proyecto:
Analista de negocios: o business analyst es una persona cuyo rol principal consiste en garantizar que las operaciones del negocio funcionen con eficiencia y en detectar las áreas de mejora. En un equipo de proyecto, el analista de negocios ayuda a definir los objetivos del proyecto y se asegura de que el proyecto aportará valor a la empresa.
Líderes de equipo de proyectos: en los proyectos que no son grandes, tener un gerente de proyecto que lo supervise es suficiente. En cambio, en las iniciativas más ambiciosas, es probable que los colaboradores se organicen en miniequipos y que eso dificulte la tarea de supervisión del gerente del proyecto. Los líderes de equipo son personas que trabajan directamente para el gerente de proyecto y que supervisan el trabajo de algunos integrantes específicos del equipo o de miniequipos que se encuentran dentro de la estructura jerárquica del proyecto. Normalmente, los líderes de equipo cumplen la función de conectar al gerente del proyecto con los demás miembros del grupo.
El consejo directivo del proyecto: es un grupo de personas, por lo general, directores generales o ejecutivos de alto nivel jerárquico que “dirigen” el proyecto brindando orientación y apoyo a lo largo del ciclo de vida del proyecto. Si bien no es necesario que todos los proyectos cuenten con un consejo directivo, puede resultar útil para aquellos proyectos que involucran a muchas partes interesadas.
Los expertos en la materia: los expertos en la materia o SME son personas con un profundo conocimiento en un ámbito de competencia específico. Por lo general, colaboran con los gerentes de proyectos, los demás miembros del equipo y cualquier otra parte interesada. Brindan opiniones expertas o asesoramiento cuando surgen dudas o se necesitan en procesos relacionados con sus áreas de conocimiento. Dependiendo de su rol dentro del proyecto, también pueden ayudar a desarrollar procesos, trazar esquemas de capacitación, garantizar la aprobación del proyecto y, además, ofrecer recomendaciones que colaboren con el proyecto.
Otras partes interesadas: un stakeholder o parte interesada del proyecto es cualquier persona que tenga algún interés en el proyecto o que se vea afectado por este. Si bien es común que se trate de los gerentes ejecutivos, también pueden ser compañeros o integrantes de equipos de otros departamentos que no trabajan directamente en el proyecto pero que se verán afectados por los resultados. Los stakeholders también pueden ser externos, como los clientes, los inversores o incluso los accionistas.
Ahora que sabes lo que es un equipo de proyecto, probablemente te preguntes por qué tu organización necesita uno. Los equipos de proyectos pueden ser muy útiles en empresas de todos los tamaños ya que favorecen la colaboración y la creación; pero son particularmente beneficiosos en organizaciones corporativas grandes en las que los tamaños de los equipos y los cuellos de botella generados por las comunicaciones aisladas son obstáculos para la colaboración.
Los equipos de proyectos son útiles en las grandes organizaciones por los siguientes motivos:
Es de sentido común; mientras más grande sea la organización, más equipos e integrantes de equipos habrá. Por este motivo, surgirán más cuellos de botella. Piénsalo de este modo, los equipos aislados, por lo general, tienen su propio “idioma”. Han integrado sus procesos y herramientas, hablan con términos y modos específicos del equipo, guardan sus archivos y trabajan en lugares específicos. Y todo esto funciona a la perfección mientras los equipos trabajan de forma aislada. Pero cuando se enfrentan a tener que colaborar con otros departamentos, como por ejemplo, cuando tienen que pedirles a los equipos de marketing, ventas e ingeniería que colaboren, probablemente se enfrenten a mucho más que unos simples obstáculos.
Es el motivo por el que la colaboración interdisciplinaria es tan importante. Los equipos de proyectos ayudan a optimizar y simplificar las comunicaciones de los equipos y la complejidad del trabajo en equipo, al definir claramente las responsabilidades y alinear a todos sus integrantes bajo los mismos objetivos estratégicos.
A medida que las organizaciones crecen, se vuelven cada vez más difíciles de manejar y producen trabajos que abarcan a varios departamentos. Si conectas a los miembros de los equipos y reduces la cantidad de silos, los equipos de proyectos maximizan la eficiencia y se producen menos redundancias, que son las que cuestan tiempo y dinero. Además, los proyectos exitosos que están dirigidos por equipos de proyectos permiten captar la información necesaria para perfeccionar los procesos y los flujos de trabajo. Todo esto dará lugar a una mayor eficiencia del negocio a largo plazo.
Recién cuando los miembros de un equipo han definido los roles con claridad y están alineados con respecto a los resultados estratégicos que pretenden alcanzar, pueden centrarse en producir trabajos de real importancia. Al reducir los roces que causan los equipos aislados, en los equipos de proyectos se logra que todas las personas de la organización trabajen aplicando su mayor potencial. Lo que, en definitiva, resulta en una empresa colaborativa y competitiva.
Si lo que quieres es dirigir a un equipo de proyecto y que todo salga bien, es importante entender bien cuáles son los roles y responsabilidades, pero eso solo no es suficiente. Los mejores equipos de proyectos son colaborativos, creativos y son capaces de comunicarse de manera efectiva.
Aquí abordaremos de qué forma puedes construir un excelente equipo de proyecto. Siguiendo estas recomendaciones, conformarás un equipo preparado para entregar trabajos de alto impacto, esenciales para el negocio.
El primer paso para crear un equipo de proyecto consiste en elegir a los miembros correctos para conformarlo. La combinación necesaria de habilidades dependerá del propósito y de los objetivos del proyecto. Por ejemplo, si en tu empresa están desarrollando un sitio web para un cliente, a los gerentes de proyectos les convendrá convocar a integrantes creativos y técnicos para formar el equipo; también deberán reunir a empleados que trabajen directamente con los clientes, como los ejecutivos de cuentas de clientes. Por otra parte, si tu organización está en medio de la renovación de su proceso de onboarding, el equipo de proyecto podría incluir a miembros con roles más administrativos y centrados en el negocio, como los de recursos humanos, análisis de negocios u operaciones de personal.
Además de las habilidades duras, también es importante que los gerentes de proyectos piensen en las habilidades blandas que quieren incluir en sus equipos, como la adaptabilidad, las comunicaciones, el pensamiento crítico y las habilidades motivacionales. La clave está en encontrar a miembros del equipo que tengan diferentes habilidades y estilos que se complementen, ya que les permitirá conformar un equipo dinámico que le dará vida al proyecto.
La claridad es esencial para el éxito de cualquier proyecto. Antes de comenzar, es muy importante que se definan claramente los objetivos y las métricas de éxito del proyecto. De este modo, logras que todo el equipo del proyecto tenga en claro cuáles son las pautas a seguir.
A continuación, compartimos algunos datos que cabría aclarar al comenzar el proyecto para garantizar que el equipo del proyecto esté listo para el éxito:
Las metas del proyecto o los resultados que se pretenden obtener con el proyecto. Por ejemplo, la meta principal puede ser “lanzar un blog corporativo”.
Los objetivos del proyecto o los pasos que el equipo del proyecto cumplirá para alcanzar las metas generales del proyecto. Siguiendo con el ejemplo del blog corporativo, los objetivos podrían ser el desarrollo de un calendario editorial, elegir un sistema de gestión de contenido, y diseñar y desarrollar el blog.
El cronograma del proyecto, que corresponde al marco temporal en que trabajará el equipo del proyecto y el tiempo que les llevará finalizar el proyecto.
El alcance del proyecto, con el que se detalla todo el trabajo necesario para terminar el proyecto, que además, incluye los recursos y los entregables.
El presupuesto del proyecto, es decir, el resumen de los gastos relacionados con el proyecto y su desglose.
Hablamos siempre de un proceso colaborativo. Si reúnes al equipo del proyecto en las etapas tempranas para hablar acerca de qué parece ser posible llevar a cabo, qué recursos se necesitan y cuál sería un resultado exitoso, tendrás garantizado que todos los integrantes estén alineados con la misma información. De este modo, el equipo entero puede empezar a trabajar en el proyecto sintiendo tranquilidad y confianza. Es algo que siempre es necesario en los proyectos.
Una vez que has colaborado con el diseño del plan del proyecto y que ya se han definido las metas y objetivos, será hora de determinar claramente cuales son los roles y responsabilidades dentro del equipo. Al igual que con la definición de los objetivos, con la determinación de los roles del equipo se aporta claridad al proyecto. De este modo, cada uno de los miembros del equipo sabe exactamente de qué es responsable y para cuándo debe cumplir con esa responsabilidad. Es lo que puede evitar cualquier error en las comunicaciones o trabajos duplicados, además de incentivar la colaboración en el equipo.
Por ejemplo, digamos que el proyecto incluye trabajo de diseño y que hay dos diseñadores gráficos en el equipo. El gerente deberá determinar cómo se dividirán las tareas de diseño. También asignará la responsabilidad de aprobar los trabajos a otros miembros del equipo. En las iniciativas más amplias en que las responsabilidades parecen ser particularmente ambiguas, puede resultar muy útil crear una matriz RACI. Sirve para definir y alinear al equipo con respecto a las responsabilidades.
Los equipos de proyectos se basan en relaciones y, al igual que en cualquier otra relación, las comunicaciones son clave. A continuación, compartimos algunos consejos sobre cómo crear una cultura de comunicaciones abiertas en un equipo de proyecto:
Ofrece transparencia cuando te comuniques. Los gerentes de proyecto establecen el tono con el que se comunicará el equipo. Pueden ayudar a facilitar comunicaciones abiertas y transparentes en el equipo si lideran con el ejemplo. Significa que deben ser honestos con el equipo si necesitan cambiar el rumbo del proyecto o las responsabilidades. Deberán, también, liderar con empatía y confiar en que el equipo cumplirá con sus tareas sin tener que hacer microgestión. En consecuencia, se generará un ambiente grupal abierto y basado en la confianza, que se traducirá en el modo en que se comunicarán los distintos miembros del equipo entre sí.
Usa herramientas de comunicación de forma consistente. Las herramientas de comunicación, como Slack, Zoom o Gmail son la base de la comunicación en el lugar de trabajo. Sin embargo, para que sean realmente efectivas, los integrantes del equipo deben hacer algo más que simplemente usar una herramienta de comunicación, deben usarlas de forma sistemática y seguir las mismas pautas de comunicación en todo el equipo. Para determinar estas pautas de comunicación, los gerentes de proyectos pueden trabajar junto a sus equipos y crear un plan de comunicaciones, además de definir cuáles serán las mejores prácticas de comunicación al inicio del proyecto. ¿Para qué se deberían usar las videollamadas? ¿Cuándo es preferible usar mensajes rápidos por Slack? Al establecer (y después, seguir) estos lineamientos, los equipos colaboran con mayor eficiencia. Es decir, trabajan más rápido y mejor.
Incentiva las comunicaciones ascendentes. Las comunicaciones ascendentes ayudan a fomentar un ambiente abierto e inclusivo, ya que incentivan a los miembros de “menos” jerarquía, como los miembros nuevos del equipo o los colaboradores sin cargos gerenciales, a decir lo que piensan y compartir sus ideas. Para ayudar a crear un espacio en el que los miembros del equipo se sientan cómodos expresando sus opiniones, los gerentes de proyectos deben invitar a diferentes miembros del equipo a compartir lo que piensan, y agradecerles lo que compartan cuando lo hagan.
Gestiona los conflictos del equipo con efectividad. Los conflictos de un equipo se pueden sentir abrumadores, en particular si los gerentes de proyectos son relativamente nuevos o no se han enfrentado antes a demasiados conflictos internos de equipos. Pero no hay por qué temerle al manejo de los conflictos, si cuentas con las estrategias adecuadas para la resolución de conflictos, los gerentes de proyectos podrán resolver los inconvenientes y animar al equipo para que aprenda y crezca. Pueden empezar por conversar en reuniones individuales con los miembros del equipo que son la raíz del conflicto y practicar la escucha activa. Una vez que hayan determinado la causa del conflicto, podrán avanzar hasta encontrar una solución que ambos crean beneficiosa.
Muestra buena predisposición para recibir comentarios sobre ti. El modo en que un gerente de proyecto lidere afectará la manera en que los miembros de su equipo se comuniquen. Si muestras buena predisposición a recibir comentarios, ya sea en reuniones individuales, a través de encuestas anónimas o en reuniones de equipo, la señal que darás a los demás integrantes del equipo del proyecto será que se trabaja en un ambiente agradable que les permite intercambiar opiniones, incluso hasta con otros miembros del equipo.
Los empleados que reciben comentarios coherentes se sienten más comprometidos y hay mayores probabilidades de prosperar en el trabajo. Para que los miembros del equipo se sientan valorados, asegúrate de que los gerentes de proyectos reconozcan el esfuerzo laboral y los logros del equipo con comentarios positivos.
Los gerentes de proyecto, simplemente, pueden hacerles saber a los miembros de sus equipos que están trabajando bien y que se los valora por ello. Aunque hay muchas formas de hacer que el equipo se sienta reconocido. Aquí te brindamos algunas sugerencias sobre qué podrían hacer los gerentes para agradecer el trabajo de los integrantes de sus equipos.
Envía un email o una nota en la que destaques específicamente la forma en que la persona ha contribuido al éxito del proyecto.
Corre la voz en un canal de Slack del equipo sobre alguno de los entregables o contribuciones que merecen reconocimiento.
Comparte las opiniones positivas de los clientes sobre su trabajo.
Invita con un almuerzo o envíale un pequeño presente de agradecimiento, como su helado favorito.
Implementa un espacio para compartir los logros semanales durante las reuniones del proyecto y destaca a los empleados que hayan sobresalido esa semana.
Celebra junto a todo el equipo con alguna salida o con una linda sorpresa.
Reconoce y celebra cada vez que finalicen un hito del proyecto.
Ofrece recompensas monetarias o bonos particulares del proyecto por el cumplimiento de métricas de desempeño específicas.
Dale visibilidad al equipo, destacando su trabajo en reuniones generales de la empresa o en foros públicos similares.
La crítica constructiva es tan importante como el reconocimiento positivo. Ambos sirven para propósitos diferentes. Mientras que los comentarios positivos levantan la moral del empleado y hace que se sienta valorado, la crítica constructiva ayuda a aprender y a desarrollar sus roles.
A nadie le resulta fácil escuchar críticas constructivas; por lo tanto, asegúrate de que cuando se compartan en tu equipo siempre sean directas, específicas y que lleven a acciones concretas. Los buenos comentarios constructivos son los que le brindan a quien los recibe ejemplos específicos sobre cómo mejorar de allí en adelante. También debería ser una conversación, para que los miembros del equipo tengan la oportunidad de hacer preguntas y evacuar sus dudas. Si puedes, empatiza con el empleado; por ejemplo, dale un ejemplo de alguna vez en la que tú hayas recibido algún comentario similar y explícale de qué modo te ayudó a mejorar.
Que el proyecto haya terminado no implica que ya no haya que seguir trabajando. Invita a tus subordinados a participar en una reunión post mortem para analizar qué es lo que salió bien del proyecto y también, para determinar qué podría haber resultado mejor.
Las reuniones post mortem son excelentes para aprender a llevar adelante un proyecto cada vez con mayor eficacia. Aprendes a mitigar mejor los riesgos o a planificar con proactividad cómo enfrentar los probables obstáculos del proyecto. Pero también pueden ser herramientas con las que se reúnan comentarios del equipo acerca de cómo sintieron que resultó el proyecto desde la perspectiva del fortalecimiento del equipo. Incentiva al equipo para que aporte sus opiniones sinceras sobre qué se podría haber hecho para que el equipo tuviera aún más éxito.
Los equipos de proyectos sientan las bases para el éxito de sus proyectos. Facilitan las comunicaciones interdisciplinarias, reducen los silos y alinean a los miembros de los equipos en torno a los resultados del proyecto. Aquellos equipos de proyecto que tienen éxito son los que facilitan la creatividad, son colaborativos y producen trabajos de gran impacto positivo.
Si bien es cierto que los equipos de proyectos ayudan a facilitar el trabajo interdisciplinario y a reducir los silos, también representan solo uno de los aspectos de una empresa conectada y competitiva. Una plataforma de gestión del trabajo puede ayudarte a transformar la manera en que se trabaja en tu organización, ya que conecta a tu equipo con las funciones y automatiza los flujos de trabajo según la escala corporativa.
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