6 maneras de desarrollar adaptabilidad en el lugar de trabajo y aceptar los cambios

Foto de la colaboradora - Alicia RaeburnAlicia Raeburn
21 de junio de 2024
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Resumen

La adaptabilidad en el lugar de trabajo te ayudará a reaccionar de manera efectiva ante una variedad de situaciones. En este artículo, abordaremos seis maneras en las que puedes desarrollar tus habilidades de adaptabilidad, entre ellas se incluye cómo convertirte en un mejor solucionador de problemas, cómo aceptar los cambios, cómo mantener una mentalidad abierta, cómo practicar la atención consciente y cómo salir de tu zona de confort.

El lugar de trabajo es un lugar dinámico que está en constante evolución. La campaña que hoy funciona de mil maravillas mañana puede ser un completo fracaso. El colega en el que siempre has confiado de repente se toma una licencia. 

Todos hemos experimentado esto en primera persona en los últimos años mientras las empresas se adaptaban a los altibajos de trabajar durante una pandemia. Esos cambios han sido importantes. Pero incluso las leves modificaciones, como un nuevo software o un cambio de escritorio, pueden causar trastornos para ti y tu equipo.

A menudo, los cambios están fuera de tu control. Lo que sí puedes controlar es cómo reaccionas cuando ocurren. ¿Quieres ser alguien a quien los demás acudan en tiempos difíciles? ¿Quieres ser un líder que puede guiar a otros? Como muchas habilidades blandas, la adaptabilidad es una habilidad que puedes aprender. Al desarrollar la adaptabilidad en el lugar de trabajo, puedes aprender a lidiar con cambios inevitables e incluso a crecer gracias a ellos. 

¿Qué es la adaptabilidad en el lugar de trabajo?

La adaptabilidad en el lugar de trabajo es la capacidad de responder de manera efectiva ante diferentes escenarios y desafíos que se dan en el lugar de trabajo. No se trata simplemente de ser más flexible. Las personas que tienen la capacidad de adaptarse desarrollan conjuntos de habilidades, procesos y marcos específicos que les permiten lidiar de manera rápida y eficiente con diferentes situaciones a medida que surgen.

Adquirir la capacidad de adaptarte en el trabajo te ayudará a responder bien ante nuevas situaciones, nuevos roles, nuevos proyectos y nuevos clientes. Cuando desarrolles este conjunto de habilidades, podrás enfrentar cualquier cambio que se te presente.

Los 3 tipos de habilidades de adaptabilidad

Comprender qué son las habilidades de adaptabilidad y de dónde provienen puede ayudarte a desarrollar tu propio conjunto de habilidades. El Center for Creative Leadership divide las habilidades de adaptabilidad en tres categorías:

Adaptabilidad cognitiva

La adaptabilidad cognitiva te permite imaginar diferentes escenarios potenciales y planificar en función de diferentes resultados. Desarrollar la adaptabilidad cognitiva no garantizará que tomes la decisión correcta, pero te ayudará a estructurar tus pensamientos durante el proceso de toma de decisiones.

Adaptabilidad emocional

Puede parecer un cliché, pero es una realidad que casi todos los colegas trabajan de manera diferente, piensan de manera diferente y, como seres humanos, son diferentes. Las habilidades de adaptabilidad emocional te ayudan a aceptar y reconocer eso. Este conjunto de habilidades puede ayudarte a conectarte con todo tipo de personalidades, incluso con aquellas que son diferentes a la tuya.

Lee: La importancia de la inteligencia emocional

Adaptabilidad de la personalidad

Tener una personalidad adaptable te permite ver una situación por lo que es y por lo que puede llegar a ser. Cuando te enfrentas a un desafío, puedes ver el panorama completo. Puedes reconocer las imperfecciones y, al mismo tiempo, ver las oportunidades. Es una combinación de realismo y optimismo, útil para responder ante cualquier situación. 

5 beneficios de perfeccionar las habilidades de adaptabilidad en el lugar de trabajo

No muchas cosas en la vida son una certeza, pero podemos estar seguros de que siempre habrá cambios.

Cuando muestras adaptabilidad, demuestras que eres capaz de manejar cualquier situación que se te presente. La adaptabilidad es una habilidad blanda que probablemente no agregarás en tu perfil de LinkedIn, pero a menudo es una de las primeras cosas que tu jefe busca cuando te está considerando para un ascenso o te está ayudando a desarrollarte como líder

Esto es lo que puede suceder a medida que vayas desarrollando la capacidad de adaptarte:

  1. Desarrollarás resiliencia. Desafiarte a ti mismo no solo te permite perfeccionar las habilidades necesarias para resolver problemas, sino que en realidad estás modificando tu cerebro. Una forma de volverte más adaptable es exponerte a diferentes conjuntos de desafíos y encontrar soluciones únicas para cada uno. Con cada desafío que enfrentes y superes, comenzarás a enseñarle a tu cerebro que nada es insuperable.

  2. Te destacarás. Las personas que tienen la capacidad de adaptarse se destacan. En lugar de sentirte estresado o abrumado cuando estás bajo presión, intenta encontrar nuevas perspectivas y soluciones para el problema en cuestión. Usa las técnicas de lluvia de ideas para pensar de manera no convencional y encontrar soluciones creativas. No solo desarrollarás más seguridad, sino que también aprenderás a confiar en ti mismo a la hora de tomar decisiones difíciles y demostrarás que eres la persona a quien recurrir en estos casos.

  3. La adaptabilidad te genera una sensación agradable. Los cambios en el trabajo pueden ser estresantes. Pero a medida que desarrolles la capacidad de adaptarte, comenzarás a buscar y encontrar soluciones con mayor facilidad. El optimismo se convertirá en tu actitud por defecto. Es posible que descubras que las situaciones que solían estresarte ahora son emocionantes o divertidas.

  4. Desarrollarás la tan codiciada habilidad de liderazgo. Cuando sabes adaptarte, puedes guiar a tu equipo para superar diferentes desafíos y desarrollar habilidades de pensamiento crítico. Logras aceptar y reconocer que cada miembro del equipo es diferente, por lo que puedes comunicarte de manera más efectiva. Todas las cuales son cualidades de liderazgo muy deseadas. 

  5. Promueve la productividad. Cuando pasas menos tiempo preocupándote por lo que sucede en un proyecto, tienes más tiempo para pensar en cómo hacerlo avanzar y tomar las medidas correspondientes. Dedicar más tiempo y energía a estos elementos prácticos, hará que tu equipo también se vuelva más eficiente

Lee: La diferencia entre las habilidades duras y las blandas: ejemplos de 14 miembros del equipo de Asana

Cómo desarrollar las habilidades de adaptabilidad

Para algunas personas, desarrollar la adaptabilidad es sencillo. Pero incluso si no te resulta natural, es algo que puedes aprender. Echa un vistazo a estos seis consejos que puedes poner en práctica para desarrollar, perfeccionar y aumentar tus habilidades de adaptabilidad a través de ejercicios y práctica. 

1. Mejora tus habilidades de resolución de problemas

La resolución de problemas te ayuda a encontrar soluciones para problemas específicos a medida que surgen. Este término a menudo puede parecer ambiguo, pero en realidad es un proceso concreto que consta de cuatro pasos simples:

  1. Identificar el problema que debes resolver.

  2. Llevar a cabo una lluvia de ideas de posibles soluciones. 

  3. Definir cuál será la solución.

  4. Implementar la solución.

El uso de un marco como el que acabamos de mencionar te ayudará a identificar mejor los problemas para encontrar una solución estratégica. Además, cada vez que uses estas habilidades de resolución de problemas, notarás que te resulta más fácil resolver el siguiente, incluso si es diferente. Con el tiempo, te habrás vuelto lo suficientemente adaptable como para resolver cualquier problema que se te presente.

Por ejemplo: Tu jefe acaba de pedirte que dejes todo lo que estás haciendo y te concentres en una nueva iniciativa. Pero ya estás trabajando en un proyecto con una fecha de entrega complicada. Para resolver este problema, te comunicas con tu jefe y le explicas la situación. Juntos, identifican una posible solución, en este caso, será delegar una de las iniciativas en las que estás trabajando a otro miembro del equipo. Tu adaptabilidad al analizar diferentes situaciones te ayuda a encontrar el mejor camino a seguir.

2. Aprende a aceptar el cambio

Ya lo has escuchado antes, pero lo diremos nuevamente: siempre tendrás que enfrentar cambios. O, como dijo el antiguo filósofo griego Heráclito: “El cambio es la única constante en la vida”. Puedes esquivarlo y negar su existencia, pero eso no hará que desaparezca. 

Aprender a aceptar e incluso esperar el cambio puede ayudarte a convertirte en un líder más adaptable. Aprende a aceptar cualquier situación asumiendo más riesgos y aceptando los resultados, sean cuales sean. Ocúpate de tu cuidado personal durante los cambios que sean particularmente difíciles y busca apoyo cuando sea necesario. Por encima de todo, no te tortures, aunque aprendas a aceptarlos, enfrentar los cambios nunca es fácil.

Por ejemplo: Tu equipo acaba de reestructurarse. Esta es la tercera vez que tienes que adaptarte a nuevos miembros del equipo y nuevas responsabilidades, y ahora se supone que debes aprender nuevas habilidades y modificar tu vida laboral otra vez. 

En lugar de sentirte frustrado, intenta ver los beneficios de este cambio. Tal vez estés mejor posicionado para pasar a roles de liderazgo. O tal vez sea una oportunidad para expandir tu red de contactos en tu nuevo equipo. Cuando vas aprendiendo a aceptar los cambios, tanto grandes como pequeños, desarrollas activamente la habilidad ser más adaptable cada vez que surgen nuevos desafíos.

3. Mantén una mentalidad abierta

Todos tenemos una idea de cómo creemos que deberían ser las cosas. Es lo normal. Esta manera de pensar es un atajo que ayuda a nuestro cerebro a procesar la información de manera más eficiente. Si bien a veces puede ser beneficioso, también hay momentos en los que pensar de esta manera cierra nuestra mente a nuevas oportunidades. Eso es porque estás tan centrado en lo que crees que debería suceder que no aceptas lo que podría suceder. Tener la capacidad de adaptarte significa estar dispuesto a cambiar el rumbo.

Ejercitar tu cerebro puede ayudarte a tener una mentalidad más abierta cuando te enfrentes a una nueva situación. Prueba estos consejos para desarrollar una mentalidad abierta:

  • Haz preguntas de mayor complejidad que vayan más allá del “qué” y apunten a un aspecto más crucial: el “por qué” de la situación.

  • Practica la escucha activa cuando estés aprendiendo algo nuevo. 

  • Evita emitir juicios hasta que tengas toda la información relevante; esto incluye las creencias limitantes que puedas tener sobre ti mismo o tus capacidades.

  • Intenta analizar la situación actual desde todos los ángulos, expandiendo tu mentalidad para incluir todas las diferentes posibilidades.

Lee: Escuchar para comprender: cómo practicar la escucha activa (con ejemplos)

Por ejemplo: Trabajas en contenido y dependes en gran medida de que el equipo de diseño te proporcione imágenes que respalden tu trabajo. Después de unos meses, el diseñador con el que has estado trabajando comienza a tardar más en responder y no logra cumplir con las fechas de entrega. Empiezas a sentirte cada vez más molesto ya que, de repente, debes hacer tu trabajo y, en tu opinión, el del diseñador. 

En lugar de alimentar esos pensamientos negativos y las suposiciones, te sientas con el diseñador para tratar de comprender su situación. Te das cuenta de que el diseñador ha estado bajo muchísima presión porque un miembro de su equipo se fue repentinamente y ha tenido que hacerse cargo. Dado que iniciaste la conversación con una mentalidad abierta, puedes ser comprensivo y encontrar una solución. 

Dicho de esta manera, puede parecer que la solución es muy simple. Pero es difícil tener este tipo de conversaciones si no abordas la situación con una mentalidad abierta.

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4. Deja tu ego en casa

Tu ego es tu idea de ti mismo. Si te guías por un punto de vista más filosófico, no es algo bueno o malo por naturaleza, el ego simplemente es. Pero debido a que, obviamente, el egocentrismo está involucrado, el ego no es la herramienta de comunicación más útil. Ponerte en los zapatos del otro, eliminar el ego, te permite ver otras perspectivas con mayor claridad y aceptar el cambio. En resumen, desarrollar la costumbre de dejar tu ego de lado en el lugar de trabajo es la base de muchas otras habilidades de adaptabilidad.

¿Cuál es la mejor manera de lograrlo? Ante cualquier situación que normalmente podría ser frustrante: detente, haz una pausa. Respira profundo y pregúntate a ti mismo: ¿puedo dejar de lado mi idea de cómo deben ser las cosas? Y, yendo un paso más allá, ¿puedo aprender a aceptar el resultado sin importar cual sea? Si puedes aceptar e incluso celebrar una amplia variedad de resultados, estás sentando un precedente importante: que todo es posible. Y que pase lo que pase, puedes adaptarte y seguir adelante.

Por ejemplo: Tu equipo organizó recientemente una sesión de lluvia de ideas de contenido creativo, pero tu idea no fue elegida. Es normal sentirse decepcionado. Pero en lugar de quedarte triste por eso, puedes optar por olvidarlo. Deja tu ego de lado y adopta la idea que tu equipo eligió. Al hacerlo, estás incentivando que los demás puedan expresar su creatividad con ideas aún más originales. También te estás enseñando a ti mismo que existen múltiples soluciones para un problema y que puedes adaptarte sin importar cuál se aplique.

5. Practica la atención consciente

La atención consciente es el acto de concentrarte en el presente sin intentar cambiar nada. En lugar de ofrecer soluciones o ideas, la atención consciente te permite dar un paso atrás y reflexionar sobre lo que está sucediendo. Esto te permite ser más flexible y analizar el momento, lo que te hace más abierto al cambio. 

La atención consciente es tan importante para nosotros aquí en Asana que la hemos convertido en uno de los valores centrales de nuestra empresa. Para implementar la atención consciente en tu día a día, prueba estos dos pasos que te permitirán reconocer tus emociones y hacerlas a un lado: 

  1. Presta menos atención al pasado y al futuro. No puedes cambiar algo que ya sucedió, pero puedes aceptarlo. Pensar en lo que podría o debería haber sucedido probablemente no sea de ayuda e incluso podría empeorar las cosas. 

  2. Concéntrate en lo que está sucediendo ahora. Encara la situación tal como es. Esto te permite dejar de lado los aspectos que están fuera de tu control y prestar atención a las cosas que puedes cambiar. 

Por ejemplo: Tu equipo de TI instaló un nuevo software en tu computadora portátil que eliminó accidentalmente todos tus archivos, incluido un proyecto que debías entregar hoy. En lugar de reaccionar, evalúas la situación objetivamente, analizando los hechos. ¿Qué puedes hacer al respecto?

Volcar tu atención consciente al momento te permite comenzar el proceso de resolución de problemas. Esto puede incluir informar a tu jefe sobre el problema, comunicarte con el equipo de TI sobre la posibilidad de que haya una copia de seguridad en la nube y comunicarte con los miembros del equipo para conseguir los archivos guardados que puedan tener. 

La situación no ha cambiado. Aún perdiste el fruto de mucho trabajo duro. Pero en lugar de perder más tiempo y energía lamentándolo, puedes tomar medidas para resolver el problema de la manera más rápida y eficiente posible.

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6. Fuérzate a salir de tu zona de confort

La mayoría de nosotros queremos permanecer en nuestra zona de confort. Es natural. A nuestro cerebro le gustan las experiencias cómodas y nos anima a buscarlas. Pero si solo haces aquello con lo que te sientes cómodo, no estarás tan preparado cuando inevitablemente surjan cambios.

Puede comenzar a expandir tu zona de confort haciendo pequeños ajustes. Colócate en situaciones nuevas y desafiantes en las que tengas control sobre el resultado. No es necesario que saltes de un avión. Las cosas simples, como tomar una nueva ruta al trabajo, pueden ayudarte a pensar de manera más creativa y a ser más flexible. 

Por ejemplo: Imagina que tienes una idea para un nuevo proyecto en el que tu equipo podría trabajar. Pero, por lo general, las ideas provienen de tu jefe, no de ti y tus compañeros de trabajo. En lugar de esperar el próximo lanzamiento de un gerente, podrías ver esto como una oportunidad para superar los límites de tu zona de confort.

Entonces, presenta la idea a tu jefe. No te preocupes si no se materializa. La belleza de salir de tu zona de confort es que el resultado no es lo importante. El proceso es lo que realmente importa.

La adaptabilidad en el lugar de trabajo puede mejorar la vida laboral

Para la mayoría de nosotros, desarrollar la adaptabilidad en el lugar de trabajo es una práctica constante a lo largo de nuestra carrera. Es una habilidad que requiere tiempo y concentración. No es tan simple como tomar un nuevo curso de desarrollo profesional o incluso obtener una maestría. 

Pero eso no es un problema. Esta es una de esas situaciones en las que lo importante es el proceso y no el resultado final. Al aprender habilidades blandas, como la adaptabilidad, seguramente no obtendrás una certificación oficial ni será algo que puedas medir como las habilidades duras, pero puede traerte tantos beneficios, e incluso más, para tu éxito como líder y miembro del equipo. 

Para obtener más consejos sobre cómo ser un mejor líder, consulta nuestro centro de recursos para líderes.

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