Diferencias entre metas y objetivos: una guía para gestores de proyectos

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9 de febrero de 2024
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Plantillas

Resumen

Una meta es un resultado general a largo plazo que deseas lograr, mientras que un objetivo define acciones medibles a corto plazo para lograr la meta general. Descubre las diferencias entre ambos conceptos para poder desarrollar la estrategia de tu equipo. Actualización 22/09/22: En esta actualización hemos incluido más información para que te ayude a diferenciar las metas de los objetivos.

Al liderar un equipo, definir metas y objetivos te ayuda a lograr los resultados deseados. Desde grandes metas empresariales hasta pequeños objetivos diarios, estos métodos ayudarán a tu equipo a destacarse de la competencia.

Si bien las metas y objetivos son importantes, existen algunas diferencias entre ambos cuando se trata de las acciones específicas que debes tomar. Es muy importante comprender cómo incorporarlos en tu portafolio de proyectos para lograr grandes resultados.

En este artículo, analizaremos las principales diferencias entre una metas y objetivos, sus técnicas específicas y explicaremos cómo incorporarlos a tu rutina diaria.

¿Qué es una meta?

Veamos de forma individual, qué es una meta. Podemos definir una meta como una aspiración a largo plazo, que puede resultar más difícil de lograr y que requiere de un proceso de planificación mayor y probablemente en diversas fases. Aunque la idea es establecer una meta que sea alcanzable, generalmente cuando hablamos de metas hablamos también de logros de mayor envergadura.

¿Qué es un objetivo?

Ahora que ya sabes qué es una meta, el siguiente punto es entender qué es un objetivo. Los objetivos son los fines que queremos alcanzar a un corto o mediano plazo y para que estos cumplan su función deben tener una fecha límite y ser objetivos realistas y alcanzables. Los objetivos que definamos deben ser consistentes y estar dirigidos hacia un mismo foco: lograr la meta propuesta o el objetivo general.

Metas y objetivos: ¿cuáles son las principales diferencias?

La principal diferencia que hay entre metas y objetivos es que una meta es un resultado general a largo plazo que deseas lograr, mientras que un objetivo define acciones medibles a corto plazo para lograr la meta general.

Metas vs. objetivos: ¿cuáles son las principales diferencias?

Otra de las principales diferencias entre metas y objetivos es que los objetivos suelen ser más estructurados. Necesitan estructura para poderse llevar a cabo. Mientras que podríamos decir que las metas se logran gracias a esos objetivos bien estructurados y planificados. Asimismo, las metas no necesariamente requieren de una fecha límite aunque es bueno indicar una fecha específica a pesar de que sea a largo plazo. Sin embargo, la diferencia aquí entre metas y objetivos es que los objetivos implican fechas específicas.

Si bien son diferentes, metas y objetivos se usan a menudo simultáneamente cuando se trabaja en un proyecto determinado ya que ambos son esenciales para la planificación y ejecución del mismo. En muchas ocasiones, también leerás u oirás hablar de objetivos generales y objetivos específicos. El objetivo general se asemeja más a lo que sería una meta. En cualquier caso tanto metas como objetivos permiten crear pasos que se pueden medir para alcanzar el resultado deseado. Estos incluyen indicadores clave de rendimiento (KPI), objetivos y resultados clave (OKR) o cualquier otro resultado detallado que quieras alcanzar.

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Tipos de metas

Existen tres tipos principales de metas: de duración limitada, orientadas a resultados y orientadas a procesos.

Cada tipo tiene sus propias prioridades y conduce a un resultado final diferente. En algunos casos, la meta puede incorporar los tres tipos, como en las actualizaciones de procesos con plazos ajustados.

Independientemente del tipo de meta que establezcas, asegúrate siempre de que sea SMART. SMART es un acrónimo en inglés que significa específico, medible, alcanzable, realista y de duración limitada. Estas características ayudan a crear metas definidas y alcanzables.

Metas de duración limitada

Las metas de duración limitada se centran en establecer acciones definidas con plazos y fechas previstas. Además proporcionan información detallada sobre cómo debería esforzarse el equipo para lograr los resultados deseados.

Para ser de duración limitada, una meta debe estar conectada a un cronograma específico; generalmente con plazos concretos a largo plazo, que se vinculan con un plan de negocios. Este tipo de metas permite a los equipos tomar acciones urgentes y de alta prioridad.

Ideales para: Equipos que necesitan lograr un resultado específico en un plazo determinado.

Metas orientadas a resultados

Las metas orientadas a resultados se centran en el resultado final. En lugar de enfocarse en plazos específicos, las metas orientadas a los resultados buscan lograr la acción por encima de todo.

En este tipo de metas, los plazos pueden posponerse si es necesario a fin de lograr el resultado deseado con la calidad esperada. Se usan comúnmente para acciones a gran escala e hitos comerciales importantes, como metas de crecimiento o planes de asignación de recursos.

Ideales para: Equipos que necesitan lograr un resultado específico y pueden ajustar los plazos según sea necesario.

Lee: Tu guía para comenzar con la gestión de recursos

Metas orientadas a procesos

Estas metas están orientadas a crear nuevos sistemas y procesos internos. En lugar de centrarse en un resultado específico, dan prioridad al trabajo y a las acciones que se realizan para poder lograrlo.

Estas metas ayudan a mejorar la eficiencia del equipo ya que permiten lograr los procesos más efectivos posibles.

Ideales para: Equipos que buscan implementar procesos nuevos internamente para aumentar la eficiencia.

Tipos de objetivos

Existen tres tipos principales de objetivos, cada uno con sus perspectivas únicas a la hora de trabajar en las tareas. Sea cual se el tipo de objetivos todos deben ser objetivos claros y alcanzables.

Los objetivos estratégicos, los objetivos tácticos y los objetivos operativos desempeñan un papel clave en el logro de las metas más generales. Veamos cómo cada uno de estos objetivos puede encajar en tu plan.

Objetivos estratégicos

Los objetivos estratégicos están orientados a un propósito específico y ayudan a desarrollar la visión general de un proyecto.

Los equipos usan objetivos estratégicos para alinear los entregables con las metas del negocio más generales. Estos objetivos garantizan que los miembros del equipo tengan una dirección clara del proyecto y estén alineados con el propósito del proyecto y el cronograma general.

Ideales para: Equipos que trabajan para conectar sus objetivos con las metas del negocio.

Objetivos tácticos

Los objetivos tácticos se centran en los entregables a corto plazo y en el resultado de ese trabajo.

Este tipo de objetivo analiza los resultados de las tareas a corto plazo y las metas a largo plazo para tomar decisiones futuras.

Ideales para: Equipos que trabajan en proyectos complejos con muchos entregables a corto plazo.

Objetivos operativos

Los objetivos operativos son similares a los objetivos tácticos ya que ambos son a corto plazo. La diferencia radica en que estos se centran en tareas orientadas a la acción y alcanzables relacionadas con los objetivos operativos.

Los objetivos operativos contribuyen a las metas diarias, semanales y mensuales mediante la planificación de los cronogramas de tareas y la coordinación entre los diferentes departamentos.

Ideales para: Equipos grandes que trabajan mejor en iteraciones cortas y prefieren obtener instrucciones detalladas. 

¿Cómo redactar una meta y un objetivo?

Tanto tus metas como tus objetivos deben tener como base tu misión y visión de empresa. Redactar la visión de tu empresa te ayudará a poner el foco en lo que quieres lograr. Esta es la parte más aspiracional de lo que quieres conseguir. La visión de una empresa debe ser un poco idealista y difícil de conseguir.

El siguiente paso para redactar tus metas y objetivos, tendrá como parada la redacción de la meta. Si se trata de la la meta de empresa será distinta a la meta de marca o a una meta de eficiencia, así que también es importante que sepas distinguir bien entre los distintos tipos de metas. Recuerda que la meta debe ser a largo plazo y generales.

Por último, define los objetivos. Ya estás más cerca de tener tus metas y objetivos perfectamente redactados. Marca objetivos realistas y alcanzables y en un período de tiempo corto.

Ejemplos de metas y objetivos

Dado que las metas y los objetivos son similares, puede resultar útil ver algunos ejemplos concretos. Desde metas de crecimiento hasta objetivos medibles, existen muchos escenarios en los que necesitarás establecer metas y objetivos.

Ejemplos de metas y objetivos

Cuando se trata de planes a largo plazo, las metas más importantes deben alinearse con la declaración de misión de la organización y los valores corporativos. Aunque estas metas son iniciativas generales que se desarrollan durante muchos meses o incluso años, deben ser medibles y concretas, de acuerdo con el marco SMART. Los objetivos, por otro lado, son acciones específicas que tu equipo llevará a cabo en un período de tiempo más corto. Una meta se compone de muchos objetivos.

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A continuación, te presentamos tres ejemplos de metas y ejemplos de objetivos para ayudarte a comprender mejor cómo están interrelacionados aun cuando son muy diferentes.

Ejemplo 1: Meta de la marca

En este ejemplo, analizaremos una meta y objetivos en la que que se usan hitos.

Meta: Lanzar al mercado un producto o servicio nuevo en los próximos tres meses que beneficie a las empresas locales y que esté alineado con los pilares de nuestra marca en la comunidad.

Objetivo: Kim comenzará una búsqueda de productos locales basada en los resultados de la encuesta realizada a los clientes.

La meta y el objetivo de este ejemplo siguen los lineamientos del marco SMART y poseen KPI específicos y medibles.

Ejemplo 2: Meta de crecimiento

En este ejemplo, veremos una meta de crecimiento con KPI específicos.

Meta: Incrementar la tasa de conversión del blog en un 10 % en el mes de diciembre.

Objetivo: Implementar una campaña de marketing por email para promocionar nuestros productos nuevos con un 15 % de descuento para el mes de diciembre.

Al incluir entregables del proyecto específicos y resultados esperados, tanto la meta como el objetivo son más fáciles de entender. También se puede visualizar fácilmente cómo ambos se relacionan con una meta de negocios más amplia.

Ejemplo 3: Meta de eficiencia

En este ejemplo, veremos una meta y objetivo centradas en mejorar la eficiencia de la empresa.

Meta: Reducir los errores en el proceso de incorporación manual en un 30 % en el cuarto trimestre.

Objetivo: Implementar la automatización de procesos de negocios al final del tercer trimestre para reducir los errores en el flujo de trabajo durante el cuarto trimestre.

Se deben incluir objetivos medibles, y las metas a largo plazo deben definirse y planificarse adecuadamente.

Lee: Eficiencia vs. efectividad en los negocios: Por qué tu equipo necesita ambas cualidades

Cómo medir metas y objetivos

Medir las metas y objetivos no tiene por qué ser algo complicado. Cuando establezcas tus metas, asegúrate de que incluyan métricas específicas que puedas medir fácilmente en cualquier punto del proceso.

Cómo medir metas y objetivos

Cuando se busca medir metas y objetivos en el trabajo, es importante poder medir estos componentes clave:

  1. Analizar puntos de datos: El uso de datos es una excelente manera de medir si se cumplen los KPI. Observa las métricas de desempeño más relevantes, como la tasa de conversión, el valor del tráfico y los usuarios nuevos. También puedes incluir a ciertos líderes y responsables de negocios en la conversación para garantizar una comunicación transparente. 

  2. Medir el desempeño anterior: Además de los datos, analiza el desempeño anterior para comprobar si hubo mejoras. Esto es particularmente importante si tu equipo está trabajando en una meta orientada a procesos que tiene como objetivo mejorar la eficiencia mediante la actualización o la incorporación de sistemas internos nuevos. 

  3. Seguir una estructura: Los planes y las estructuras ayudan a mantener la información organizada y las tareas encaminadas. Las estructuras pueden incluir elementos tan simples como reuniones de equipo semanales o tan completos como una estructura de desglose del trabajo para detallar las tareas individuales y las dependencias.

Tanto las metas como los objetivos son esenciales para lograr nuevos resultados comerciales. Uno no puede existir sin el otro, lo que hace que sea tan importante que puedas implementarlos de manera correcta en el equipo.

Desde las metas más amplias hasta los objetivos más específicos, con la estrategia adecuada, tu equipo puede alcanzar un nivel superior.

Si necesitas ayuda para poder establecer y alcanzar tus metas y objetivos, prueba con un software diseñado para definir metas. Asana, sin dudas, puede ayudarte a lograr lo que necesites, desde analizar el progreso hasta alinear las comunicaciones y mucho más.

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