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La gestión de proyectos es un campo en constante evolución en el que se deben considerar varios enfoques para asegurar el éxito. Aprender las metodologías de gestión de proyectos más populares puede ayudarte a convertirte en un experto en la industria.
Una metodología de gestión de proyectos es un sistema de principios, técnicas y procedimientos usados por personas que trabajan en una misma disciplina. Las principales metodologías se diferencian no solo por la manera en que están estructuradas, sino también por la naturaleza de los entregables, los flujos de trabajo e incluso por el software de gestión de proyectos.
Para convertirte en un gran gerente de proyectos, conoce más sobre estas 12 metodologías y encuentra la que mejor se adapte a las necesidades de tu equipo.
De qué se trata: La metodología ágil es uno de los procesos de gestión de proyectos más comunes. Pero lo cierto es que técnicamente no es una metodología, sino que se define mejor como un principio de gestión de proyectos.
La metodología ágil es:
Colaborativa
Rápida y efectiva
Iterativa y está respaldada por datos
Valora a las personas por encima de los procesos
Al momento de implementar el manifiesto Agile, los equipos suelen combinar este método con otras metodologías de gestión de proyectos como Scrum, Kanban, programación extrema, Crystal o incluso Scrumban. Esto se debe a que la combinación de la metodología ágil con un enfoque más específico permite crear una filosofía de gestión de proyectos integral y un plan concreto para entregar trabajos de gran calidad.
Recomendado para: El marco ágil es adecuado para casi todos los equipos. Esto se debe a que el principio detrás de este método es bastante universal. El verdadero truco es decidir con qué metodología combinarlo.
Gestiona equipos ágiles con AsanaDe qué se trata: El modelo de cascada también es muy popular. Pero, a diferencia de la metodología ágil, es muy sencillo de implementar. La metodología en cascada, también conocida como ciclo de vida de desarrollo de sistemas (SDLC, por sus siglas en inglés), es un proceso lineal en el que el trabajo se realiza de manera escalonada (similar a una cascada) y en orden secuencial.
En este enfoque, todas las tareas están vinculadas por una dependencia. Esto significa que debemos finalizar cada tarea antes de poder comenzar con la siguiente. Esto no solo garantiza que el trabajo se mantenga encaminado, sino que también promueve una comunicación clara durante todo el proceso.
Aunque algunas organizaciones modernas lo consideran un enfoque más tradicional, este método es excelente para crear un plan de proyecto sólido y bien detallado.
Recomendado para: Dado que la metodología de gestión de proyectos en cascada es muy detallada, es ideal para trabajar en proyectos grandes que tienen muchas partes involucradas. Esto es porque existen pasos claros y dependencias a lo largo del proyecto que ayudan a dar seguimiento al trabajo necesario para alcanzar los objetivos.
De qué se trata: La metodología Scrum se basa en “sprints” cortos que se usan para crear un ciclo de proyecto. Estos ciclos duran de una a dos semanas y se organizan con equipos de hasta 10 personas. Este enfoque es diferente al modelo de cascada, donde las tareas individuales se dividen y relacionan por dependencias.
La metodología Scrum es única por varias razones, una de las cuales es la intervención de un Scrum Master —un gerente de proyectos que dirige las reuniones diarias de Scrum, las demostraciones, los sprints y los análisis retrospectivos de sprints—. Estas reuniones tienen como objetivo conectar a todos los participantes del proyecto y garantizar que las tareas se finalicen a tiempo.
Si bien Scrum es una metodología de gestión de proyectos en sí misma, suele asociarse mucho con un marco ágil. Esto se debe a que presentan principios similares, como la valoración de las personas y la colaboración de los equipos por encima de los procesos.
Recomendado para: Los equipos que usen un enfoque ágil también deberían usar, o al menos probar, la metodología Scrum. Dado que los sprints se dividen en equipos pequeños, este enfoque puede ser adecuado tanto para equipos pequeños como grandes.
Lee: ¿Cuál es la diferencia entre Waterfall, Agile, Kanban y Scrum?De qué se trata: La metodología Kanban representa las tareas pendientes del proyecto usando elementos visuales como tableros. Los equipos ágiles usan este enfoque para visualizar mejor los flujos de trabajo y el progreso de los proyectos. Además, ayuda a reducir la probabilidad de que se generen cuellos de botella. Por lo general, este método se aplica en una herramienta de software que te permite cambiar y arrastrar tableros dentro de los proyectos sin problemas, aunque esto no es absolutamente necesario.
Dado que este método no tiene un proceso claramente definido como otras metodologías, muchos equipos lo usan de varias maneras diferentes. El concepto más importante a tener en cuenta es que el objetivo principal del marco Kanban es centrarse en las tareas más importantes del proyecto, manteniendo una estructura simple.
Recomendado para: Los tableros Kanban son ideales para equipos de todos los tamaños, especialmente para los equipos que trabajan remoto, ya que los tableros Kanban ayudan a los miembros del equipo a visualizar fácilmente el trabajo y a mantenerse al día sin importar desde dónde trabajen.
Crea tableros Kanban con AsanaDe qué se trata: Como puedes imaginar, Scrumban es una metodología que se inspira en los procesos Scrum y Kanban. Algunos lo consideran un enfoque híbrido que combina lo mejor de ambos métodos.
Scrumban usa un ciclo de sprint similar al de la metodología Scrum, pero también permite que se agreguen tareas individuales al plan, como el método Kanban. Esto permite que los planes de proyectos mantengan una estructura simple y clara, y que además se pueda finalizar el trabajo más importante. Scrumban también organiza reuniones de Scrum para fortalecer la colaboración y mantener a los objetivos siempre presentes.
Recomendado para: Si te gusta la idea de dividir un proyecto en tareas más pequeñas, pero también deseas mantenerlo visualmente simple, Scrumban es ideal para ti. Es la combinación perfecta entre simplicidad y claridad.
Lee: ¿Cuál es la diferencia entre Kanban y Scrum?De qué se trata: La metodología PRINCE2, que proviene del acrónimo en inglés PRojects IN Controlled Environments (proyectos en ambientes controlados), usa el método de cascada general para definir las etapas dentro de un proyecto. PRINCE2 fue originalmente desarrollado por el gobierno del Reino Unido para gestionar sus proyectos de TI y aún hoy sigue siendo más adecuado para gestionar grandes iniciativas de TI que para productos tradicionales o proyectos orientados al mercado.
En la metodología PRINCE2, los proyectos se dividen en siete procesos:
Puesta en marcha del proyecto
Dirección del proyecto
Inicio del proyecto
Control del proyecto
Gestión de la entrega de productos
Gestión de los límites de cada fase
Cierre del proyecto
Estas siete etapas crean un proceso completo y forman una metodología para la gestión de proyectos eficaces para las empresas. Tiene como objetivo definir roles y gestión de soporte. Además, PRINCE2 se puede usar para agilizar muchas tareas de gestión de proyectos individuales, como el control de una fase, la gestión de la entrega de un producto y el inicio y cierre de un proyecto.
Recomendado para: Dada su naturaleza tan particular, la metodología PRINCE2 es más adecuada para grandes proyectos corporativos con muchos participantes. Si se implementa en proyectos pequeños, se puede correr el riesgo de alargar y complicar innecesariamente sus procesos.
Da seguimiento a los proyectos PRINCE2 con AsanaDe qué se trata: A diferencia de otras metodologías de gestión de proyectos, Six Sigma se usa para la gestión de calidad. Generalmente se la describe como una filosofía más que como una metodología tradicional. A menudo se la combina con una metodología Lean o un marco ágil, también conocido como Six Sigma Lean y Six Sigma ágil.
El objetivo principal de Six Sigma es la mejora continua de los procesos y la eliminación de fallas. Esto se logra a través de mejoras continuas por parte de expertos en la materia para definir, apoyar y controlar los procesos.
Para llevar este método un paso más allá, puedes usar un proceso Six Sigma DMAIC, que crea un enfoque por fases. Estas fases son:
Definición: Determinar el alcance del proyecto, crear el caso de negocios y organizar una reunión inicial de actualización.
Evaluación: Reunir datos que ayuden a determinar las áreas a mejorar.
Análisis: Identificar las causas fundamentales de los problemas.
Mejora: Solucionar los problemas encontrados.
Control: Trabajar para mantener las soluciones implementadas para futuros proyectos.
Recomendado para: Esta metodología es más adecuada para empresas grandes, principalmente aquellas con varios cientos de empleados o incluso más. Es aquí donde la necesidad de eliminar los defectos del proyecto comienza a tener un mayor impacto en la empresa.
De qué se trata: El método de la ruta crítica permite identificar y planificar las tareas críticas dentro de un proyecto. Esto incluye la creación de dependencias de tareas, el seguimiento de los objetivos y el progreso del proyecto, la priorización de los entregables y la gestión de los plazos, que se asemejan a una estructura de desglose del trabajo.
El objetivo de esta metodología es gestionar adecuadamente los proyectos exitosos de gran escala para que los hitos y los entregables se definan correctamente.
Recomendado para: Este método es ideal para proyectos y equipos pequeños y medianos. Esto se debe a que los proyectos grandes involucran a muchos participantes y se deben realizar muchos entregables, y el método de la ruta crítica no está diseñado para gestionar proyectos complejos.
De qué se trata: El marco de gestión de proyectos por cadena crítica está estrechamente relacionado con el método de la ruta crítica, pero brinda un mayor nivel de detalle, lo que lo convierte en uno de los métodos más completos.
Además de implementar una estructura de desglose del trabajo como en el método de la ruta crítica, la gestión de proyectos por cadena crítica también establece tiempos específicos para cada tarea. Esto permite hacer un seguimiento más eficiente de las tareas, dejando en claro cuándo las tareas se realizan a tiempo o cuándo se retrasan. Este método también aplica la nivelación de recursos, que tiene como objetivo distribuir las tareas entre los recursos disponibles para gestionar efectivamente las grandes cargas de trabajo.
No solo ayudan a aumentar la productividad y la eficiencia, también ayudan a vincular el trabajo a realizar con los objetivos del proyecto. Muchas herramientas de gestión de proyectos incluso tienen elementos visuales que facilitan la visualización de estos objetivos, creando una hoja de ruta organizada para los miembros del equipo.
Recomendado para: La gestión de proyectos por cadena crítica es un método adecuado para equipos grandes y pequeños, principalmente porque ayuda a resolver problemas de eficiencia. También puede ser un excelente recurso para informar sobre el progreso del trabajo al equipo directivo.
De qué se trata: La metodología de gestión de proyectos Lean tiene como objetivo optimizar los procesos y crear un marco simple para cumplir con las necesidades del proyecto. En definitiva, significa lograr más con menos esfuerzo para maximizar la eficiencia y el trabajo en equipo.
Si bien la eliminación de desperdicio se refería originalmente a los materiales y productos (que se remonta al método utilizado por Henry Ford y posteriormente por Toyota y Motorola), ahora se refiere al desperdicio en los procesos de trabajo. Este tipo de desperdicio se lo conoce en el método Lean como las tres M:
Muda (desperdicio): prácticas que insumen recursos pero que no añaden ningún valor
Mura (discrepancia): surge a causa de la sobreproducción y deja residuos
Muri (sobrecarga): surge cuando los recursos están sobrecargados
Como gerente de proyectos, tu trabajo es evitar las tres M para optimizar los procesos y ejecutar los proyectos con mayor eficiencia. La metodología Lean es similar al concepto de Proceso Unificado Racional (RUP, por sus siglas en inglés), que también tiene como objetivo reducir el desperdicio. La diferencia radica en que RUP tiene como objetivo reducir los costos de desarrollo en lugar de reducir el desperdicio en los procesos.
Recomendado para: Dado que esta metodología se basa en reducir el desperdicio, es más adecuado para equipos que enfrentan problemas de eficiencia. Si bien tiene un mayor impacto en las empresas grandes, puede ser útil para equipos de proyectos de todos los tamaños.
De qué se trata: Si bien la Guía de los fundamentos para la dirección de proyectos del PMI se considera una metodología de gestión de proyectos, está más estrechamente relacionada con un conjunto de mejores prácticas que tienen en cuenta varios procesos de desarrollo.
Este marco se centra en la implementación de las cinco fases de la gestión de proyectos, todas las cuales contribuyen a gestionar fácilmente un proyecto de principio a fin usando un enfoque estructurado por fases. Estas cinco fases incluyen:
Inicio del proyecto
Planificación del proyecto
Ejecución del proyecto
Desempeño del proyecto
Cierre del proyecto
Si bien la Guía del PMBOK® es una buena base para tener en cuenta, no es necesariamente tan específica como otros enfoques. Por lo tanto, deberás decidir qué tareas realizar en cada fase.
Recomendado para: La Guía del PMBOK® es una herramienta que puede ser usada por sí sola en equipos pequeños que gestionan proyectos estándar. Sin embargo, para equipos grandes que gestionan proyectos complejos, es recomendable combinarla con una metodología más detallada (como CPM).
De qué se trata: Como su nombre lo indica, la programación extrema se usa para gestionar proyectos dinámicos con plazos ajustados. Este enfoque se basa en la creación de ciclos de desarrollo cortos con muchas versiones. Esto genera procesos más rápidos y una mayor productividad.
La programación extrema se basa en algunos valores fundamentales, que incluyen: la simplicidad, la comunicación, los comentarios, el respeto y el coraje. También incluye un conjunto específico de reglas XP que cubren todas las fases, desde la planificación hasta las pruebas.
Recomendado para: La programación extrema se puede usar para proyectos individuales con plazos ajustados, que generalmente son gestionados por equipos pequeños y medianos. Dado que XP es un método de ritmo rápido, debe usarse con prudencia para prevenir el agotamiento.
En materia de gestión de proyectos, no existe un enfoque único para todos los equipos. Cada metodología ofrece principios únicos que permiten gestionar un proyecto de desarrollo desde el plan inicial hasta su ejecución final.
Los aspectos más importantes a considerar son: el tamaño de tu equipo y cómo desean trabajar. A continuación, te brindamos algunos consejos adicionales para que tengas en cuenta:
Tu sector: Debes considerar si trabajas en un sector que cambia con frecuencia. Por ejemplo, una empresa de tecnología es una industria en constante evolución. Esto influirá en la consistencia del proyecto y se debe analizar si se combina con una metodología flexible o con una estática.
El enfoque de tu proyecto: Ten en cuenta los objetivos de tus proyectos. ¿Valoras a las personas por sobre la eficiencia? Esto te ayudará a adoptar una metodología que coincida con un objetivo similar.
La complejidad de los proyectos: ¿Tus proyectos suelen ser sencillos o complejos? Algunos métodos no son tan efectivos como otros cuando se trata de organizar tareas complejas, como la metodología de gestión de proyectos por cadena crítica.
El grado de especialización de los roles: Considera la función que cumple cada rol en tu equipo. ¿Es posible que varios miembros del equipo puedan realizar el mismo tipo de tarea de manera alternada o necesitas implementar una metodología que tenga en cuenta el nivel de especialización de cada empleado?
El tamaño de la empresa: Es importante tener en cuenta el tamaño de la empresa y del equipo al momento de elegir una metodología. Los métodos como Kanban son ideales para equipos de todos los tamaños, mientras que las opciones como CPM son más adecuadas para equipos pequeños.
Todos los equipos pueden encontrar la solución que mejor se adapte a sus necesidades, ya sea que prefieran incorporar un proceso visual como Kanban o una metodología con un enfoque más tradicional como el modelo de cascada. Si quieres dar un paso más, considera adoptar una herramienta de gestión del trabajo para una mejor ejecución y seguimiento de los proyectos de desarrollo.
Con la metodología adecuada, podrás gestionar tus proyectos de manera mucho más eficiente e implementar procesos que sean adecuados para tu equipo, para tu empresa y para ti.
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