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¿Eres líder o jefe? ¿Cómo lo decides? ¿Cuál es la diferencia y por qué es importante?
Líderes y jefes son dos roles que a menudo se confunden. La mayoría de nosotros los usamos indistintamente, de forma incorrecta. Cuando hablamos de líderes, generalmente nos referimos a jefes, y cuando hablamos de jefes, generalmente los consideramos líderes. Sin embargo, aunque la misma persona puede cumplir ambos roles, no siempre es así.
Un buen jefe (o gerente) no necesita ser un gran líder, y algunos líderes no tienen el rol de ‘jefe’. Sin embargo, para construir una gran empresa y un equipo exitoso, necesitas contar con ambos roles. El jefe debe apoyar a los miembros de su equipo durante el trabajo diario y empoderarlos para que su desempeño sea excepcional. El líder puede compartir el objetivo general con los miembros del equipo para que puedan apoyar la visión general de la empresa. Ambos roles son esenciales para un equipo de trabajo eficaz y colaborativo.
Independientemente de si eres jefe, líder o ambos, aprender la diferencia y conocer ejemplos de líder y jefe pueden ayudarte a desarrollar habilidades para cada uno de los roles. En este artículo, abordaremos qué implica el liderazgo como así también la gestión por objetivos, y ejemplos de jefe y líder. Asimismo, describiremos algunas similitudes y diferencias entre ambas funciones.
Lee: Dustin Moskovitz, director general de Asana, comparte sus lecciones de liderazgoPrueba Asana para managersLos grandes líderes ayudan a guiar a la empresa en la dirección correcta: saben cómo compartir objetivos y motivar a las personas a contribuir en la visión empresarial. Los líderes no solo sueñan con el objetivo final, también lideran con el ejemplo para motivar a los miembros del equipo durante el camino hacia dicho objetivo. Por ejemplo, si piensas en una empresa como un barco, los líderes son los que deciden qué dirección tomar, son las personas que tienen la vista puesta en el horizonte.
Las principales características de un verdadero líder son:
Motivación. Los grandes líderes cuentan con inteligencia emocional y motivan a su equipo a lograr lo imposible. Comparten su energía y entusiasmo con el grupo para lograr juntos más de lo que hubieran sido capaces de lograr por sí mismos.
Creatividad. Los buenos líderes piensan más allá de lo convencional y desafían el status quo. Esencialmente, los líderes no solo se centran en su propia creatividad, sino que también apoyan y fomentan la creatividad de los miembros de su equipo.
Orientación. Un principio importante del liderazgo es ayudar a tu equipo a dar lo mejor de sí mismo. Esto es posible entrenando y orientando a los miembros del equipo en lugar de simplemente asignarles trabajo.
Resolver problemas. La gestión de los problemas y la resolución de problemas son habilidades importantes en todos los niveles del proceso de toma de decisiones. Como líder, puedes ayudar a resolver cualquier problema a nivel estratégico y conceptual. Por ejemplo, resaltar los objetivos (a corto o largo plazo) más importantes de la organización y usar estrategias de resolución de problemas para identificar cualquier obstáculo que pueda interponerse en el camino hacia el cumplimiento de los objetivos trazados de tu equipo.
Asumir riesgos. Cómo líder, es importante saber cuándo asumir riesgos y cuándo ayudar a los miembros de tu equipo para que también asuman riesgos. Los mejores líderes desafían el status quo para impulsar un cambio positivo en su organización.
Los líderes inspiran y motivan a las personas, independientemente del puesto que ocupan en el organigrama. En todas las empresas puedes encontrar buenos líderes que no son jefes, pero especialmente en empresas con estructuras organizativas descentralizadas. En un modelo organizacional descentralizado, existe una persona responsable de la toma de decisiones claramente definida para cada decisión, pero esa persona no siempre es un jefe. Este tipo de organizaciones tienden a beneficiarse de equipos altamente comprometidos y eficaces. Además, gracias a su particular estructura, tienden a fomentar más líderes en todos los niveles de la organización.
Lee: Toma de decisiones en 3 estructuras organizativas diferentes. ¿Cuál es la más adecuada para tu empresa?Por ejemplo, en Asana, hemos creado un modelo organizacional descentralizado mediante un sistema de Áreas de Responsabilidad (AoR). Este sistema nos permite delegar la responsabilidad de cada área de la empresa para garantizar que se cumplan con éxito todas las acciones dentro de la empresa. Además, las Áreas de Responsabilidad brindan a los miembros del equipo que no tienen una función de gestión directa la oportunidad de crecer como líderes.
No todos los jefes o gerentes son líderes, y eso está bien. Los buenos jefes brindan claridad y orientan a los miembros del equipo. Son la columna vertebral del equipo y actúan como un sistema de apoyo para el trabajo en equipo y la colaboración. Si tomamos nuevamente la analogía del barco, los líderes son las personas con la vista en el horizonte, los jefes son los que leen el mapa. Como jefe, eres el encargado de trazar la ruta y mostrar a los miembros del equipo cómo llegar hasta allí.
Lee: Lo que solo los gerentes pueden hacer para mantener a los empleados comprometidosLas principales habilidades de un jefe o gerente son:
Brindar comentarios. Los grandes jefes ayudan a los miembros del equipo a desarrollar sus habilidades, y una forma efectiva de hacerlo es a través de comentarios claros y constructivos. Cuando brindas comentarios claros y relevantes, puedes ayudar a los miembros del equipo a identificar oportunidades de crecimiento. Luego, a través de sesiones adicionales de comentarios y asesoramiento, puedes guiar a los miembros de tu equipo para que puedan convertir esas oportunidades en fortalezas.
Apoyar el desarrollo profesional. Además de ayudar a los miembros del equipo a realizar su trabajo de forma excepcional, los grandes jefes también apoyan el desarrollo profesional de cada miembro de su equipo. Esto podría significar ayudar a los miembros a identificar dónde quieren estar dentro de cinco años o aconsejarlos sobre cómo desarrollar ciertas habilidades.
Delegar. Los buenos jefes no siempre hacen el trabajo ellos mismos. Muchas veces lo delegan a la persona más adecuada. Por ejemplo, ser jefe o gerente no implica decir siempre “puedo hacer esto”. Más bien se trata de decir “sé quién es la persona adecuada para este trabajo”.
Organizar y planificar. Un buen jefe o gerente necesita desarrollar las habilidades de gestión de proyectos como la organización y la planificación. Estas habilidades te permiten brindarle a tu equipo una visión clara de los próximos trabajos y brindarles apoyo si necesitan reajustar las prioridades o los plazos.
Resolver problemas. Al igual que los líderes, los jefes deben poseer buenas habilidades para resolver problemas. Sin embargo, la resolución de problemas a nivel gerencial es ligeramente diferente. Por lo general, los jefes o gerentes usan la resolución de problemas para ayudar a desbloquear tareas para que los miembros del equipo puedan hacer un trabajo excepcional. Esto podría significar ayudarlos a identificar una dependencia que esté frenando el progreso de su trabajo o a revisar las prioridades trimestrales si se ha modificado el cronograma del proyecto.
Fortalecer el espíritu de equipo. Los buenos jefes reconocen el valor en todo el equipo, no solo en un individuo. Parte de la descripción del trabajo es crear oportunidades de fortalecimiento del equipo. Siempre que puedas, organiza instancias para que los miembros puedan interactuar e integrarse, y anima a todos a que se tomen un momento para conocer a sus compañeros. Cuando los miembros de un equipo se conocen, se sienten más cómodos trabajando y colaborando juntos.
Todos somos diferentes y no a todos nos atrae un puesto de liderazgo. Centrarse principalmente en ser un buen jefe o gerente tiene mucho valor. Los jefes brindan estabilidad y orientación, pero no siempre están interesados en desarrollar una visión general.
Un jefe es una persona con autoridad impuesta para dirigir y dar órdenes a sus subordinados. Los jefes se preocupan mucho por sus equipos y suelen ponerlos en primer lugar, incluso más que los líderes. Los jefes o gerentes júnior a menudo comentan que gestionar un equipo implica mucho más esfuerzo. Esto se debe a que, en lugar de centrarse simplemente en realizar un buen trabajo, los gerentes están constantemente pensando en cómo guiar y orientar mejor a los miembros de su equipo.
Si acabas de convertirte en gerente, te puede resultar útil centrarte primero en brindarle a tu equipo todo el apoyo que necesita y desarrollar más adelante tus habilidades de liderazgo. Después de todo, centrarte en desarrollar tu propio estilo de gestión no significa que no puedas dedicarte a aprender sobre los diferentes estilos de liderazgo para desarrollar habilidades de liderazgo en el futuro.
Lee: Con este estilo de gestión puedes darle a tu equipo el respaldo que necesitaLos líderes y los jefes tienen algo en común: ambos quieren lo mejor para su equipo y su empresa. Por lo tanto, aunque a veces abordan las cosas de maneras diferentes, trabajan con el mismo objetivo en mente.
Tanto líderes como jefes o gerentes:
Conectan el trabajo con los objetivos de la empresa. Para que un miembro del equipo haga su mejor trabajo, debe comprender de qué manera ese trabajo diario contribuye a los objetivos del equipo y de toda la empresa (ya sean de largo o corto plazo). Proporcionar esta claridad puede ayudar a los miembros del equipo a establecer mejor las prioridades para realizar su trabajo de mayor impacto.
Valoran la comunicación bidireccional. Independientemente de que estés comunicando un objetivo a todo el equipo o conversando con un miembro del equipo durante una reunión individual, la comunicación bidireccional es la mejor manera de asegurarte de que tu equipo se sienta escuchado y valorado. Para convertirte en un buen comunicador bidireccional, busca recibir comentarios, procesar lo que has escuchado y luego actuar en consecuencia.
Invierten en el desarrollo de sus equipos. Los líderes y jefes pueden apoyar y asesorar a los miembros de sus equipos de muchas formas diferentes, a través de actividades de asesoría y formación o mediante charlas sobre el desarrollo profesional y reuniones individuales. Ambos están comprometidos en ayudar a que sus equipos logren hacer su trabajo de la mejor manera.
Los líderes y los jefes tienen mucho en común, pero suelen abordar las situaciones de diferentes maneras. A continuación te mostramos tres ejemplos en que los líderes y jefes pueden abordar la misma situación con un punto de vista diferente para brindar un mejor apoyo a su equipo.
En cualquier empresa, un líder debe ayudar a establecer y comunicar la visión estratégica de su empresa. Una reciente encuesta a más de 6000 trabajadores del conocimiento reveló que solo el 16 % de los trabajadores cree que su empresa es efectiva al momento de establecer y comunicar sus objetivos. Como líder, tienes el poder no solo de establecer objetivos, sino también de comunicarlos a toda la empresa.
Los líderes piensan primero con perspectiva general y luego trabajan para definir objetivos claros que los ayude a lograr la misión de su empresa o la declaración de la visión. Esto incluye establecer objetivos de la empresa trimestrales o anuales, y comunicar esos objetivos al equipo. Por ejemplo, puedes establecer el objetivo de reducir la fuga mensual de clientes a < 1 % antes de fin de año.
Lee: ¿No conocías la planificación estratégica? Comienza ahora.Los jefes o gerentes toman esa visión estratégica y la conectan con el trabajo diario de su equipo. Como jefe, puedes aclarar cómo el trabajo diario de un miembro del equipo contribuye a los objetivos generales de la empresa. Al hacer esa conexión, puedes apoyar y motivar a tu equipo a alcanzar los objetivos de la empresa.
Si tu empresa ha establecido el objetivo de reducir la fuga mensual de clientes a < 1 % antes de fin de año, un jefe o gerente puede ayudar a vincular los proyectos del equipo con dicho objetivo. A veces, esta conexión puede ser obvia: un miembro del equipo puede estar trabajando para reducir el flujo de fuga de clientes de la empresa. Sin embargo, puede suceder que muchas veces no sea tan clara. Por ejemplo, un miembro del equipo que está trabajando para mejorar la página de precios y ofertas, está contribuyendo indirectamente a este objetivo al ayudar a los clientes a comprender mejor por lo que están pagando.
Los líderes no solo se centran en la ejecución, también se enfocan en las ideas. La prioridad de un líder es desarrollar ideas con perspectiva general y luego informar cómo esas ideas aportarán valor a toda la empresa. Como parte de este proceso, debes practicar el desarrollo de ideas y soluciones para problemas a gran escala.
Los líderes también son los que motivan a un equipo de personas a realizar un gran trabajo. Una vez que tu empresa ha decidido qué dirección tomar, independientemente de que hayas formado parte de esa decisión o no, puedes ayudar a los miembros del equipo a comprender el valor de dicha idea.
El trabajo de un jefe o gerente, en cambio, es encontrar formas de hacer realidad las ideas, como por ejemplo: gestionar el personal para los proyectos, asignar recursos y establecer el presupuesto para lograr los objetivos. Los gerentes apoyan y guían a sus equipos en su trabajo diario. Ellos son los encargados de revisar los documentos y aprobar el trabajo. En definitiva, un buen gerente empodera a los miembros del equipo para que realicen su trabajo de mayor impacto.
La cultura corporativa es una excelente herramienta para lograr que los miembros de tu equipo se sientan comprometidos, apoyados y empoderados para hacer su trabajo de la mejor manera. Si inviertes en la cultura corporativa a través de actividades de fortalecimiento del equipo, oportunidades de aprendizaje y desarrollo, y procesos sólidos de incorporación de empleados puedes lograr que los miembros del equipo se sientan más felices y más comprometidos con la empresa.
Lee: 6 consejos para crear una cultura corporativa sólida según los líderes de Asana¿Cómo contribuyen los líderes y jefes? El trabajo de un líder es ayudar a crear y dar forma a la cultura corporativa. Tal como Dustin Moskovitz, cofundador y director general de Asana, escribió: “Como líder, sé que es mi responsabilidad marcar el tono de nuestra cultura corporativa”. Los líderes establecen cómo debe ser la cultura, la incorporan y, en última instancia, inspiran a otros empleados a participar y mejorar la cultura corporativa.
Un jefe o gerente, por otro lado, es la persona que realmente implementa las prácticas y políticas de la cultura corporativa. También es responsable de informar las necesidades de su equipo a nivel empresarial. Una vez que los empleados comparten sus comentarios, el trabajo del líder es incorporar los comentarios en los procesos de la empresa para mejorar la cultura corporativa. Escuchar e incorporar los comentarios del equipo es una parte muy importante de una cultura corporativa saludable. Sin embargo, según el Índice de la anatomía del trabajo, actualmente, solo el 15 % de los trabajadores del conocimiento se sienten escuchados en sus empresas.
Lee: Cómo delegar autoridad a todos los miembros de la empresaSer líder no es necesariamente mejor que ser jefe, o viceversa. Puedes cumplir ambas funciones o puedes centrarte primero en desarrollar tus habilidades en una de las áreas en particular. Decidir en qué características de líder centrarte depende de las necesidades de tu equipo, de cómo puedes brindarle más apoyo y de los tipos de liderazgo con los que te sientas más identificado.
La verdad es que tanto los líderes como los jefes deben esforzarse por continuar mejorando sus habilidades de colaboración y comunicación. Prueba estos 10 pasos sencillos para fomentar la colaboración en los equipos.
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