10 consejos para superar con éxito tu primer día de trabajo

Conseguiste un nuevo trabajo, ¡bien hecho! La parte difícil ya pasó. Se aproxima tu primer día de trabajo y es probable que sientas emoción y nerviosismo al mismo tiempo. Cada lugar de trabajo tiene sus particularidades, así que cuando cruces las puertas de la oficina o ingreses a la sala de chat en línea de la empresa por primera vez, intenta aceptar el hecho de que sentirás incertidumbre.

Antes de que llegue el gran día, lo mejor que puedes hacer es ajustar tus expectativas y prepararte según corresponda. Luego, una vez que estés en el trabajo, concéntrate en la manera en que te presentarás y en las primeras impresiones que causarás. Lo más importante es que recuerdes que tu primer día de trabajo es una oportunidad para aprender. 

Independientemente del puesto en el que te desempeñes, hay 10 consejos universales que puedes llevar a la práctica para tener un primer día de trabajo exitoso. Es normal sentir nerviosismo al probar algo nuevo, pero si aplicas los siguientes consejos, comenzarás en tu nuevo puesto con confianza y seguridad. 

1. Prepárate para aprender mucho

Probablemente la empresa te simplifique las cosas el primer día porque no querrán bombardearte con demasiada información de una sola vez. Si bien es posible que no recibas una lista de objetivos a largo plazo de inmediato, debes prepararte para ser una esponja y absorber tanto conocimiento como puedas. Algunas cosas que puedes aprender en tu primer día de trabajo son las siguientes:

• La misión, los valores y las políticas de la empresa

• Una descripción general de tu rol y tus responsabilidades

• Las herramientas, credenciales y contraseñas

• Nombres y roles de los miembros del equipo

Si no estás preparado para asimilar mucha información en tu primer día de trabajo, es posible que tengas dificultades para comprender la nueva información que recibas a medida que avanza la semana. Es más fácil retener nuevos conceptos una vez que dominas la base.

Consejo: Tu primer día de trabajo puede parecer abrumador, así que no pretendas tener control sobre toda la situación y deja de lado tus expectativas antes de comenzar el día. De esa manera, podrás procesar nueva información con una mente abierta. Intenta relajarte haciendo ejercicios de respiración, meditación o escuchando música tranquila la noche anterior a tu primer día. Esto te preparará para cargarte de energía y procesar nueva información desde el primer día.

2. Elabora una lista de preguntas

Elaborar una lista de preguntas antes de tu primer día de trabajo puede prepararte para un día informativo y productivo. Después de recibir la carta de ofrecimiento de empleo, es probable que tengas muchas preguntas en mente. Asegúrate de anotar esas preguntas, de lo contrario podrías olvidarlas una vez que comiences a trabajar. El primer día puede ser agitado, por lo que es útil tener las preguntas listas para cuando tengas tiempo libre. 

Preguntas que podrías hacerle al departamento de recursos humanos o a otros miembros del equipo:

• ¿Bajo las órdenes de quién estaré trabajando? ¿Hay un organigrama que pueda consultar? 

• ¿Cómo se evaluará mi desempeño? ¿Con qué frecuencia hacemos evaluaciones de desempeño? 

• ¿Qué decisiones debo tomar? Si es que las hay, ¿cuáles son las políticas de toma de decisiones? ¿Quiénes son las principales partes interesadas con relación a mi trabajo? 

• ¿Cuál es la dinámica de equipo actual? ¿Con qué equipos interdisciplinarios trabajamos más a menudo?

Consejo: Es posible que no tengas la oportunidad de hacer todas estas preguntas en tu primer día, y no hay problema con eso. Si las escribes y llevas una lista, puedes hacer esas preguntas cuando tengas la oportunidad en una reunión individual con tu gerente o mentor. A medida que te vayas incorporando, inevitablemente tendrás nuevas preguntas, que puedes agregar a tu lista.

3. Duerme lo suficiente

Probablemente hayas escuchado este consejo muchas veces, pero vale la pena repetirlo. Si no duermes lo suficiente antes de tu primer día de trabajo, tendrás problemas para concentrarte, captar información y presentar la mejor versión de ti mismo. Dormir entre siete y ocho horas por noche es lo ideal. Si duermes menos que eso, verás una reducción significativa en tu productividad.

Un estudio de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño (American Academy of Sleep Medicine) muestra que aquellas personas que declararon que duermen de cinco a seis horas experimentaron un 19 % más de pérdida de productividad. Además, aquellos que duermen menos de cinco horas experimentan un 29 % más de pérdida de productividad.

Consejo: Para aumentar la calidad de tu sueño antes de tu primer día de trabajo, intenta corregir tu horario de sueño con una semana de anticipación. También puedes hacer ejercicio el día anterior a tu primer día de trabajo para estar lo suficientemente cansado cuando llegue la hora de acostarse. Limitar el uso de tecnología antes de ir a dormir también puede mejorar la calidad del sueño. 

4. Estudia las herramientas de la empresa

Los miembros de tu equipo agradecerán que ingreses preparado al espacio de trabajo. Cada empresa utiliza herramientas y programas específicos para llevar a cabo sus operaciones, y tendrás más posibilidades de éxito si te familiarizas con estas herramientas desde el principio. 

Si bien algunas herramientas pueden requerir una suscripción paga, muchas de ellas ofrecen pruebas gratuitas que te brindarán un panorama introductorio de lo que podrías experimentar al usarlas en el lugar de trabajo. Es conveniente que estudies estas herramientas:

• Comunicación: Gmail, Microsoft Teams, Slack, Zoom

• Gestión de proyectos: Asana

• Optimización en motores de búsqueda: Ahrefs, Google Analytics, SEMrush

• Seguimiento del tiempo: TimeDoctor, Everhour, TaskBill.io

• Gestión de las relaciones con los clientes: Salesforce, MuleSoft, Zoho CRM

• Copias de respaldo en la nube: DropBox, Jira Cloud, BetterCloud

• Programación del calendario: HourStack, Google Calendar

• Análisis de datos y documentación: Microsoft Excel, Google Sheets, Databox

Trabajar desde casa ofrece más flexibilidad, pero también significa que los miembros del equipo dependen en gran medida de la tecnología. Cuanto más sepas sobre las herramientas y los procesos de tu nueva empresa antes de ingresar a la oficina, menos tendrás que aprender en el trabajo. 

Consejo: Si conoces un proceso o programa efectivo de un puesto de trabajo anterior, considera presentárselo a tu equipo. Las herramientas que utilizas para gestionar tu equipo y los proyectos en los que trabajas pueden tener un impacto positivo en el rendimiento general. 

5. Practica tu discurso de presentación

Antes de tu primer día, practica tu discurso de presentación o elevator pitch para darte a conocer de una manera valiosa en el lugar de trabajo. Es posible que ya te hayas asegurado un puesto con tu nuevo empleador, pero es igualmente importante dar este discurso cuando te reúnas con tu equipo para dejar una buena primera impresión. 

El objetivo de esto es explicar quién eres, qué ofreces y cuáles son tus objetivos como líder. Dado que se trata de una presentación, debes finalizar tu discurso involucrando al público. De esa manera, tu presentación se convierte en una conversación bidireccional y también les da a los demás la oportunidad de presentarse. 

Consejo: El discurso de presentación debe ser breve, en otras palabras, deberías poder presentar toda tu información en el tiempo que lleva viajar en un ascensor con otra persona. Practica tu presentación en casa la semana anterior al primer día de trabajo para que salga bien. Considera las siguientes preguntas: ¿Quién soy? ¿Qué experiencia estoy aportando al equipo? ¿Qué quiero que el equipo logre con mi ayuda? 

6. Conoce a tu nuevo equipo

Además de presentarte a través de un discurso de presentación, debes tratar de conocer a tu equipo a un nivel más personal. Dedicamos un tercio de nuestras vidas a trabajar, por lo que se puede decir que pasarás mucho tiempo con tu nuevo equipo. Tu vida laboral será mucho menos placentera si no te llevas bien con ellos, y también será más difícil concretar proyectos en equipo. 

Prueba hacer preguntas para romper el hielo durante el almuerzo o los descansos para que tus compañeros de trabajo hablen sobre sí mismos y se generen conversaciones. Algunas preguntas para romper el hielo que puedes hacer como nuevo miembro del equipo son las siguientes:

• ¿Tienes mascotas?

• ¿Cuál fue tu primer trabajo?

• ¿Cuál es el consejo profesional que le darías a un nuevo empleado?

• ¿Cuál es el fondo de pantalla actual de tu computadora o teléfono celular?

• ¿Qué libro estás leyendo?

También puedes organizar juegos para el fortalecimiento del equipo como “dos verdades y una mentira” o algún juego de preguntas y respuestas para animar a tu equipo a trabajar juntos a la vez que aprenden más unos de otros.

Consejo: Tus colegas serán tus mejores recursos de información y apoyo durante el tiempo que pases en tu nuevo trabajo. Estas personas tienen perspectivas similares sobre la estructura y la dinámica del lugar de trabajo. Una vez que tu título de “nuevo empleado” se haya desvanecido, continúa comunicándote con los demás cuando necesites ayuda. Podrás ofrecer la misma orientación a otros novatos algún día. 

7. Lleva energía positiva

Una forma de dar una buena primera impresión es llevar energía positiva el primer día de trabajo. La energía que lleves allanará el camino para manejar el resto de tu carrera. La energía positiva conduce a dinámicas de grupo saludables y mejores oportunidades, mientras que la energía negativa produce malas relaciones y una mentalidad de vaso medio vacío. 

Cuando tienes energía negativa, esta se filtra en tus tareas diarias, tus reuniones y tus capacidades laborales. Las investigaciones muestran que cuando trabajas con una mentalidad positiva, el rendimiento en casi todos los niveles (productividad, creatividad, compromiso) mejora.

Consejo: Tener energía positiva no requiere una actitud demasiado optimista si esa no es tu personalidad natural. En tu primer día de trabajo, simplemente relájate y sonríe para que tu equipo sepa que estás agradecido por el puesto. La comunicación no verbal puede enviar el mensaje de que estás triste, cansado o frustrado, así que sé consciente de tu lenguaje corporal. 

8. Muestra interés por tu equipo

La mejor manera de dejar una buena primera impresión en los miembros de tu equipo es mostrar un interés genuino en lo que hacen y en lo que tienen para decir. 

Hay muchas maneras de mostrar interés por tus compañeros de trabajo. Entre algunas de las formas se incluyen las siguientes:

• Míralos a los ojos

• Escucha cuando hablan

• Haz preguntas de seguimiento

• Recuerda lo que te dicen

Consejo: Es posible que tengas dificultades para escuchar porque estás concentrado en lo que planeas decir a continuación. Esto conduce inevitablemente a una conversación menos genuina y comprometida. En su lugar, evita realizar varias tareas a la vez y practica la escucha activa. Tómate el tiempo durante las conversaciones para asimilar las palabras de la otra persona. Si lo haces, la interacción será más valiosa y probablemente dejes una mejor impresión.

9. Escucha y observa

Es posible que recibas materiales de capacitación durante tu primera semana para que sepas cómo hacer tu trabajo, pero si deseas sobresalir en tu función, simplemente escucha y observa. Si trabajas desde casa, observa cómo interactúan tus compañeros de trabajo a través de los sistemas de gestión de contenido u otras aplicaciones como Asana. 

Observa cualquier proceso que los miembros de tu equipo ya estén implementando e imita su comportamiento. Escucha el lenguaje que usan y los temas que discuten durante las reuniones. Cuando escuchas, adquieres conocimiento rápidamente, lo que significa que puedes aplicar ese conocimiento con mayor facilidad.

Consejo: No tengas miedo de hacer muchas preguntas durante tu capacitación. Si estás observando una reunión pero no entiendes por qué tu equipo maneja las cosas de cierta manera, encuentra un momento adecuado para intervenir y aclarar tus dudas, luego permite que la reunión continúe.

10. Usa tu conocimiento

Ser un observador pasivo te ayudará a comprender cómo funciona tu empresa, pero también debes aprender a través de la experiencia práctica. Aquí es cuando puedes usar tus conocimientos adquiridos en el pasado y apoyarte en ellos para el crecimiento futuro. 

Si te incorporas a tu nuevo trabajo con un conjunto sólido de habilidades, aporta valor a tu equipo enseñándoles tus habilidades. Si enseñas a otros, también aprenderás de ellos. Así es como florece la colaboración en equipo.

Consejo: Sé humilde a la hora de compartir tus conocimientos en un nuevo puesto de trabajo. Si deseas aportar una nueva perspectiva al equipo, hazlo de una manera accesible organizando sesiones semanales de “Almuerzo y aprendizaje” o capacitaciones que se centren en habilidades o temas específicos.

Supera con éxito tu primer día de trabajo con estos consejos

No es posible que puedas predecir todo lo que sucederá en tu primer día de trabajo, pero con un poco de preparación y una buena dosis de confianza, puedes dejar una buena primera impresión en los miembros de tu nuevo equipo. 

Recuerda que este día comprende solo ocho horas de toda una carrera que tienes por delante. En las próximas semanas, tendrás muchas oportunidades para demostrar tu valor y conocer a tu equipo de manera más profunda. Cuando comienzas tu nuevo trabajo con el pie derecho, puedes sentar las pautas para lo que vendrá.