¿Tienes siempre muchas ideas pero no sabes qué hacer con ellas? ¿Cuando analizas un problema no sabes qué camino o solución elegir? ¿Has organizado una reunión de brainstorming pero no sabes cómo gestionar las ideas que van surgiendo? La respuesta a muchas de estas preguntas es simple: aprende cómo hacer un mapa mental. En este artículo te contamos qué es un mapa mental, qué tipos de mapas mentales existen y cómo crearlos de la forma más fácil y sencilla. Actualización 24/01/24: En esta actualización hemos añadido más detalles que te ayudarán a entender cómo hacer un mapa mental.
Un mapa mental (mind map en inglés) es una representación gráfica, un diagrama, de ideas o conceptos relacionados entre sí y que te ayudarán a organizar y entender mejor la información relacionada con un tema principal. Una de las características más reconocibles de un mapa mental es que es una representación gráfica radial. Es decir, verás el tema o idea principal en el centro del diagrama que se ramifica en otros subtemas o temas secundarios alrededor de éste en distintos niveles.
La elaboración de un mapa mental es sencilla. Basta con elegir el tema principal e ir extrayendo subtemas que se irán ramificando hasta obtener un anillo de ideas.
Hacer un mapa mental es una técnica muy útil para organizar ideas y memorizarlas. De hecho, la técnica de mind mapping fue inventada por Tony Buzan, un autor conocido especialmente por sus libros sobre la mnemotecnia. El mapa mental que inicialmente fue ideado por Buzan para mejorar el rendimiento de nuestro cerebro, especialmente, en procesos de memorización es muy útil también para otro tipo de escenarios. Por ejemplo, los mapas mentales son útiles en las reuniones de generación de ideas ya que nos ayudará a organizar todas las ideas en torno a un concepto central y visualizarlo de forma rápida y sencilla.
Plantilla gratuita para agendas de reunionesPara poder entender bien qué es un mapa mental necesitarás también comprender qué se considera un tema principal y qué es un subtema. Un subtema es una idea que se desprende de otra idea central. Los subtemas que se ramifican a partir de la idea central del mapa mental servirán para explicar ese tema principal, para completarlo, para aumentarlo, definirlo o ampliarlo.
Imaginemos que estás trabajando en una nueva campaña de marketing para un producto de cosmética, una barra de labios, cuya idea central es que se trata de la barra de labios más hidratante del mercado. Al hacer un mapa mental colaborativo en una reunión de brainstorming se irán desprendiendo subtemas para tu campaña de marketing como podrían ser: colores de las barras de labios, precios que tendrán estas nuevas barras de labios, ingredientes para lograr la hidratación, etc. De esta forma, el mapa mental se articulará en torno a tu idea central y otros subtemas que podrían ser útiles para montar el briefing de la campaña.
Como ves, un mapa mental te ayudará en muchas situaciones. Cuando tienes tu mapa mental creado, las tareas resultan más sencillas y los problemas logran resolverse mejor.
Para poder trabajar en los subtemas de tu idea central puedes intentar pensar en preguntas tales como: ¿Por qué? ¿Cuándo? ¿Qué es? ¿Cómo se explica? ¿Qué consecuencias o beneficios tiene?
Puede ser que junto al mapa mental en alguna ocasión hayas oído hablar también del mapa conceptual. No es exactamente lo mismo y tampoco sus funciones, por lo que te aclaramos estos dos conceptos para que decidas cuál de estas herramientas es más útil para ti. Los mapas conceptuales son representaciones gráficas no sólo de ideas o conceptos sino también de flujos de trabajo, procesos o sistemas interrelacionados. Mientras que un mapa mental es una disposición organizada pero arbitraria de ideas, los mapas conceptuales aparecen jerarquizados y suelen ser más lineales.
Otra de las diferencias entre un mapa mental y el mapa conceptual es que mientras que los mapas conceptuales tienen como objetivo ordenar y jerarquizar la información y los procesos, los mapas mentales suelen utilizarse para hacer emerger la información.
Hay mapas conceptuales muy conocidos como los diagramas de flujo o los mapas jerárquicos. En el ámbito empresarial, los mapas conceptuales son tipos de diagramas utilizados continuamente para representar, por ejemplo, cómo trabajan los departamentos de marketing con ventas o para mostrar la organización jerárquica de la empresa. Mientras que un mapa mental es utilizado con mayor frecuencia en procesos creativos o de innovación.
Crea una plantilla de inicio de proyectoPara que puedas comprender mejor cómo hacer un mapa mental, aquí va un ejemplo de mapa mental que, además, puede resultar muy útil en la gestión proyectos de headhunting.
Entre todos los ejemplos de mapas mentales, hemos elegido como tema principal la gestión de proyectos. A partir de este tema, hemos ido añadiendo otros subtemas que descuelgan de la gestión de proyectos como los objetivos del proyecto o la estrategia. De cada una de estas grandes áreas hemos ido desgranando los conceptos asociados más importantes. Por ejemplo, si incorporamos el término objetivos, en un tercer nivel del mapa mental encontraremos objetivos generales y objetivos específicos del proyecto.
Un mapa mental sirve para representar ideas, notas, palabras en torno a un concepto principal y puede ayudarte a:
Memorizar o retener información sobre un tema.
Clasificar la información gracias a la organización por temas y subtemas.
Generar más ideas. De hecho, es una herramienta muy utilizada en Design Thinking para extraer insights.
Impulsar la creatividad gracias a la generación de nuevas ideas y colaboración con otros miembros del equipo.
Escalar problemas. Al realizar un mapa mental puedes ver un problema desde distintas perspectivas, entenderlo mejor y, por lo tanto, encontrar mejores soluciones.
Toma de notas de forma activa. Cuando al tomar notas vas creando tu propio mapa mental no sólo estás transcribiendo lo que dice el ponente sino que estás organizando la información. También puedes crear tu mapa mental a partir de tus notas Cornell.
Construir argumentos. Puedes utilizar también un mapa mental para elaborar una argumentación necesaria en una presentación.
Aumentar el impacto de tus presentaciones, al mostrar de una forma visual y organizada tus ideas.
Tomar mejores decisiones. Ayuda a considerar todos los factores relevantes para tomar decisiones informadas.
Desarrollo personal. Organiza metas personales o profesionales, resuelve problemas y visualiza el futuro.
Planificación. Facilitan la planificación de eventos, reuniones y proyectos.
Arte. Algunas personas han creado mapas mentales estéticos que funcionan como obras de arte.
Uno de los usos de los que también puedes sacar partido en los mapas mentales es para tomar notas. Existen diversos métodos para tomar notas en reuniones de trabajo o reuniones de brainstorming, por ejemplo. Una de las técnicas más habituales es el método Cornell pero un mapa mental te ayudará también a tomar notas.
Para tomar notas con la técnica de los mapas mentales te aconsejamos que:
Añadas lo antes posible, nada más lo escuches, el tema principal al mapa mental.
Si hay algún tema que no puedes relacionar con otro, déjalo sin conectar como un tema flotante.
Utiliza siempre palabras clave relevantes que te ayuden después a entender el tema principal.
Utiliza esquemas de color para los temas. Así, puedes utilizar colores por categorías y subcategorías.
Los tipos de mapas mentales se clasifican en función de su apariencia final. Así, verás distintos tipos de mapas mentales que podrás utilizar en tus reuniones de brainstorming o cuando quieras organizar tus ideas antes de poner en marcha un proyecto:
Tipos de mapas mentales circulares: Entre todos los tipos de mapas mentales, es probablemente el tipo de mapa mental que encontrarás con más frecuencia. Se trata de un mapa mental con forma de anillo concéntrico de ideas.
Tipos de mapas mentales arbóreos: Este tipo de mapa mental te recordará a la estructura de una medusa. El tema principal está en la parte superior y los subtemas van desplegándose en niveles descendentes.
Tipos de mapas mentales de panal: Como su propio nombre indica los reconocerás porque te recordarán a un panal. En este caso el tema central tiene forma de hexágono. De cada uno de los lados del hexágono se desprenden los subtemas y así sucesivamente hasta crear el panal de ideas.
Tipos de mapas mentales de arcoíris. Este tipo de mapa mental es muy útil si quieres establecer una idea inicial que derivará en una solución o tema final. Así cada uno de los extremos del arcoíris representa estos dos conceptos, mientras que las ideas secundarias se incorporan en los distintos arcos del diagrama.
Elige entre los distintos tipos de mapa mental el que más se adecúe al uso que harás de él.
Ahora ya sabes qué es un mapa mental y qué tipos de mapas mentales existen. El siguiente paso en el aprendizaje de los mapas mentales es conocer qué elementos lleva un mapa mental.
Color: los mapas mentales se crean con colores. Una vez has elegido el tema central de tu mapa mental necesitarás aplicar un color distintivo para éste. Los colores también tienen significados asociados por lo que utilizarlos te ayudará a identificar la idea principal y asociar rápidamente otros conceptos. Por ejemplo, si tu tema principal es el mar, dibujarlo en azul hará que tu cerebro conecte más rápidamente con otras ideas que rodean al mar.
Iconos y símbolos: Los iconos y los símbolos nos ayudan a comprender y entender mejor y más fácilmente la información. A nuestro cerebro le gusta ver iconos y símbolos así que trata de utilizarlos en tu mapa mental para facilitarle el trabajo a tu cerebro que podrá encontrar nuevas conexiones e ideas. Esto también ayudará a que otras personas que no hayan intervenido en el proceso puedan comprender el mapa.
Conectores. Los conectores son las líneas que conectan las distintas ideas y temas. Así, con frecuencia, el grosor de la línea utilizada expresa el grado de conexión de una idea con otra. Cuanto más gruesa es la línea mayor conexión hay entre las dos ideas o conceptos que conecta. Si, por ejemplo, se trata de una línea discontinua, puede que se esté usando para relacionar conceptos indirectos.
Notas. Dado que, a menudo, los mapas mentales son complicados de entender para las personas que no han participado en ellos, añadir una nota con algunas aclaraciones puede ser de gran utilidad. En las actuales herramientas de mapas mentales online las notas suelen poderse ocultar para dejar a la vista solo el mapa mental.
Imágenes. Añadir imágenes hará no sólo mapas mentales más atractivos sino también cargados de significado. Nada más comprensible que una buena imagen.
Hay muchas formas de cómo hacer un mapa mental. En la actualidad, existen aplicaciones en la nube que facilitan este tipo de tareas e incluyen además, diversas funcionalidades extra o integraciones. Las herramientas de mapas mentales te ayudarán a crear un mapa mental más atractivo y que además podrás compartir con otros miembros de tu proyecto u organización más fácilmente.
Por ejemplo, si deseas integrar un mapa mental en tu briefing de proyecto en Asana, será más fácil si trabajas ya con Whimsical, una herramienta online para la creación de mapas mentales, diagramas de flujo y esquemas. De esta forma, tienes dos herramientas para la gestión de proyectos que trabajan juntas y que te ahorrarán mucho tiempo.
Ahora bien, si quieres aprender cómo hacer un mapa mental útil desde el principio, tan sólo necesitas papel, lápiz y algunos colores. Hacer tus primeros tipos de mapas mentales con lápiz y papel puede que te parezca algo anticuado, pero a veces la simplicidad del papel y el lápiz es el aliado perfecto para la creatividad y el aprendizaje. Sigue estos pasos para crear tu primer mapa mental (además, será divertido):
¿Qué uso vas a darle al mapa mental? ¿Qué quieres conseguir? Esto es importante porque tanto si vas a realizar tú solo el mapa mental o en colaboración con otros miembros del equipo, necesitarás tener presente tu objetivo durante toda la sesión.
Elige el tema central o la palabra clave, tal vez, idea de la que quieres partir. Entonces, escríbelo o si prefieres dibújalo o añade un símbolo. Si lo estás haciendo con una herramienta online para crear diferentes tipos de mapas mentales puedes optar por colocar una imagen. Es más representativo y siempre explicará mejor tu tema que una palabra escrita.
Ha llegado el momento de desprender de tu idea central otros subtemas. Puedes utilizar varias técnicas como el de las 5W + H para que se te vayan ocurriendo. Se trata de hacerte las siguientes preguntas sobre tu tema principal: cuando (when), por qué (why), quién o quiénes (who), qué (what), dónde (where) y cómo (how).
Piensa en qué grupo de ideas está más conectado con la idea principal para añadir las líneas más gruesas en estas conexiones, y las más finas para los subtemas más alejados o menos relacionados con el principal.
Sí, el título de este paso puede parecerte algo simple pero es muy útil. Destaca los grupos de ideas similares con el mismo color y utiliza también óvalos o cuadrados, tal vez, otras figuras similares para encajar ahí los subtemas.
Puede que lo más difícil que te resulte a la hora de hacer tu mapa mental es definir el código de colores, conectores y formas para representar tu mapa mental. Pero es también clave para que sea una herramienta útil de trabajo y no un compendio desorganizado de conceptos.
Crea una plantilla para planes de acciónDiversos estudios han evidenciado que los mapas mentales pueden potenciar la retención de ideas y relaciones, gracias al impacto visual que ofrecen mediante diagramas. Tony Buzan sugiere que se puede maximizar aún más la retención mediante el uso creativo de imágenes, líneas curvas, colores significativos y palabras clave. A continuación, te presentamos algunos ejemplos de investigaciones al respecto:
En 2005, Glennis Edge Cunningham llevó a cabo un estudio que reveló que el 80 % de los estudiantes de Biología de una escuela secundaria mejoraron su aprendizaje utilizando mapas mentales.
Un estudio de 2002 realizado por Paul Farrand, Fearzana Hussain y Enid Hennessy demostró que los estudiantes de Medicina del segundo y tercer año aumentaron la retención de lo estudiado, aunque la efectividad variaba según los métodos de toma de notas preferidos por los estudiantes.
En 2006, A.V. D’Antoni y G.P. Zipp realizaron un estudio en estudiantes aspirantes a quiroprácticos que evidenció un aumento en el aprendizaje.
Otras investigaciones abordaron aspectos específicos de los mapas mentales:
En 2011, Joeran Beel y Stefan Langer ampliaron la información sobre el contenido de los mapas mentales, destacando que la mayoría de los usuarios creaba solo unos pocos mapas, con un promedio de 2.7, y con un bajo promedio de nodos (31), cada uno compuesto por 3 palabras.
Claudine Brucks y Christoph Schommer publicaron un estudio en 2008 sobre la creación automática de mapas mentales a partir de textos completos, mientras que T. Rothenberger y sus colegas presentaron un informe similar ese mismo año.
El mapeo mental puede ser muy útil para muchas personas, pero no todas logran acostumbrarse al uso de mapas mentales creativos. Te contamos algunas de las ventajas y también de las desventajas que supone el uso del mapa mental como herramienta habitual de trabajo.
Libera la creatividad. El mapa mental trabaja de las misma forma que lo hace el cerebro por lo que resulta muy útil para la generación de ideas nuevas de forma mucho más rápida y eficaz. Cuando creas un mapa mental creativo utilizas las dos partes del cerebro, el lado izquierdo y el lado derecho, y por eso es tan útil y eficaz.
El mapa mental es además una excelente forma de resumir y de recordar rápidamente un grupo amplio de información. Por lo que también resulta más fácil para memorizar dicha información.
Es útil contra el bloqueo mental. Cuando estás bloqueado, no te vienen las ideas, un mapa mental es una forma muy eficaz de generar ideas.
Se trata de un enfoque sistémico y hábito. Si no estás habituado a crear mapas mentales creativos al principio puede costarte empezar a generarlos y tomarlos como un hábito.
Patrones lineales vs intuición. Las personas más lógicas trabajan mejor con herramientas con patrones lineales, por lo que generalmente les gusta más otro tipo de diagramas.
No es útil para quienes no hayan intervenido en la creación del mapa mental. Cualquiera que haya intervenido en la creación del mapa mental podrá descifrarlo, sin embargo, para quien no haya formado parte de este proceso será complicado entenderlo.
Dificultad de elaboración. Aunque a simple vista, puede parecer que crear un mapa mental es fácil, hacer un mapa mental verdaderamente útil no lo es tanto. Se necesita una pequeña formación y algo de práctica.
Significados engañosos. Dado que los mapas mentales creativos están construidos con palabras muchas veces el significado de éstas puede resultarnos dudoso en el contexto en el que se da y llevarnos a confusión.
En la actualidad, uno de los usos más recurrentes de los mapas mentales creativos es en la gestión de proyectos. Puedes utilizar un mapa mental para comenzar con cualquier proyecto. Los subtemas principales de tu proyecto serían los objetivos y metas, el presupuesto, los recursos, el alcance del proyecto o la fecha límite del mismo y procedimientos.
Un recurso para que todo los miembros del equipo entiendan el proyecto. Los mapas mentales creativos en gestión de proyectos ayudará a los miembros del equipo a entender el proyecto, la dimensión del mismo y todos los requerimientos y necesidades para ejecutarlo con éxito.
Realización del plan de acción. Cuando creas un mapa mental de un proyecto estás avanzando mucho en tu plan de acción ya que puedes utilizarlo para crear las acciones principales basadas en todas las ideas que se le han ocurrido al equipo.
Identificar prioridades del equipo. Gracias a la conexión de ideas y a la representación gráfica de los tipos de conexión, los miembros del equipo podrán definir cuáles son las tareas prioritarias basadas en los temas más relevantes y en las conexiones de éstos.
Presentaciones de proyectos. Un mapa mental utilizado para la presentación de un proyecto explicará en muchas ocasiones de una forma más comprensible cómo surgieron las ideas para ese proyecto y cómo se establecieron los objetivos.
Utiliza una herramienta de gestión de proyectos como Asana para planificar, organizar y coordinar equipos de trabajo para tus proyectos y con la que puedas integrar fácilmente tus mapas mentales.
Gestiona y establece las prioridades de las tareas con AsanaUtiliza una herramienta de gestión de proyectos como Asana para planificar, organizar y coordinar equipos de trabajo para tus proyectos y con la que puedas integrar fácilmente tus mapas mentales creativos. Además, gracias a la integración de Lucidchart, una herramienta para creación de mapas mentales online, con Asana podrás acceder a plantillas de mapas mentales creativos y conectarlos con tu herramienta de gestión de proyectos.
Prueba la integración de Lucidchart con Asana