5 opciones para dejar de perder la noción del tiempo

Foto de la colaboradora - Sarah LaoyanSarah Laoyan
27 de enero de 2024
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Resumen

Es muy fácil perder la noción del tiempo cuando uno está ocupado, pero el inconveniente mayor es que puede ser la causa de que nos perdamos reuniones, de que incumplamos los plazos previstos o de que faltemos a otros compromisos importantes. Si sientes que pierdes la noción del tiempo constantemente, prueba con estas cinco estrategias sencillas que te ayudarán a gestionar tu tiempo de manera más efectiva.

Antes de salir de casa, revisas tus bolsillos para confirmar que tienes todo lo que necesitas: el teléfono, la billetera, las llaves... Si no encuentras alguno de estos elementos, vuelves sobre tus propios pasos hasta encontrarlos.

Pero perder la noción del tiempo es un problema totalmente diferente. Intentar identificar cómo es que se pierde la noción del tiempo es mucho más difícil que buscar las llaves o la billetera por todas partes. A continuación, compartimos algunos pasos que puedes implementar para identificar en qué se va el tiempo, además de qué puedes hacer para retomar el control de tu día.

¿Por qué perdemos la noción del tiempo?

Es muy común perder la noción del tiempo. Hay un par de motivos por los que puede suceder, ambos buenos y malos a la vez.

Los buenos motivos por los que perdemos la noción del tiempo

¿Alguna vez has estado tan concentrado en tu trabajo que el mundo exterior pareció desaparecer y lo único en lo que podías pensar era el proyecto con el que estabas trabajando? Por lo general, a esto se lo llama estado de flujo y es una muy buena manera de abordar proyectos complicados en un período bien definido.

El estado de flujo o flow state se puede transformar en algo malo cuando empiezas a incumplir otros plazos del proyecto y cuando todo el tiempo llegas tarde (o faltas) a las reuniones. Para evitarlo, intenta generar un buen ambiente, favorable para el estado de flujo. Bloquea tiempo en tu calendario y pon las notificaciones en el modo No molestar. Entonces, no habrá forma de que pases algo por alto y realmente podrás centrarte en la tarea de la que te quieres ocupar.

Lee: Cómo el “trabajo profundo” cambia la forma en que trabajamos

Los malos motivos por los que perdemos la noción del tiempo

Si todos los días están llenos de reuniones y de correspondencia desordenada, es probable que termines perdiendo más tiempo cambiando de contexto y comunicándote con tus compañeros que ocupándote efectivamente del trabajo pendiente. A veces, cuando trabajas en un día arduo de muchas reuniones, hasta es probable que te olvides de almorzar y que luego te des cuenta de que has participado en diferentes reuniones por Zoom durante tres horas seguidas. Evidentemente, no es sostenible en el tiempo. Es muy importante que pongas límites, para tomarte descansos y reservar algo de tiempo para la concentración plena.

A continuación, compartimos algunas otras situaciones en las que puedes perder la noción del tiempo en el trabajo:

  • Con las notificaciones constantes: Las notificaciones están previstas para desviar tu atención de la tarea en la que estás trabajando. Si eres de esas personas que revisan todo el tiempo las notificaciones, desactívalas en aplicaciones como Slack o en redes sociales, o bien cierra las aplicaciones por completo. De este modo, puedes evitar cambiar de contexto con demasiada frecuencia.

  • Las reuniones programadas de forma esporádica: Si solamente tienes 30 minutos entre una reunión y otra, no es tiempo suficiente como para concentrarte en una tarea o lograr un buen flujo de trabajo. Es probable que pierdas mucho tiempo. Una buena opción para combatir este flagelo es concentrar las reuniones y tenerlas todas juntas, para luego dejarte bloques más prolongados de tiempo para la concentración.

  • Las definiciones poco claras de los proyectos: Cuando no eres claro con respecto a lo que necesitas hacer para un proyecto o tarea, puedes pasar mucho tiempo persiguiendo a las demás personas que integran el proyecto o intentando entender qué es lo que hay que hacer antes de sentarte realmente a trabajar.

Lee: Cómo estar enfocado: maneras y consejos para aumentar la productividad

Estudio de caso: la pandemia por COVID-19

Durante los primeros días de la pandemia por COVID-19, probablemente, la diferencia entre los días haya comenzado a hacerse más confusa, y tal vez hayas llegado a olvidar por completo en qué día de la semana estabas. Este tipo de pérdida de la noción del tiempo, por lo general, se produce cuando la rutina de alguien se interrumpe.

Los seres humanos tendemos a crear rutinas y a aferrarnos a ellas. Cuando se presentó la pandemia por COVID-19 todas nuestras rutinas se vieron interrumpidas. A los trabajadores de oficinas los enviaron a trabajar bajo confinamiento, algo que, evidentemente, alteró el cronograma de trabajo. Las personas estaban acostumbradas a ir y venir del trabajo todos los días, a tener algunas reuniones ciertos días de la semana y a otras rutinas. Todos estos eventos servían como indicadores que le dictaban a tu mente qué día de la semana era.

Los fines de semana son un buen ejemplo de indicador, ya que determinan que no tendrás que trabajar esos días. Sin embargo, cuando se terminó el traslado al trabajo, los fines de semana resultaron más parecidos a los días de semana. Nuestra percepción del tiempo se vio distorsionada, porque el indicador de fin de semana ya no existía.

5 consejos para gestionar tu tiempo

Si tienes algún problema con la gestión del tiempo, no estás solo. Es un problema que a todos nos preocupa alguna que otra vez. Para ayudarte, hemos reunido algunos consejos a fin de que vuelvas a tomar el control de tu cronograma.

1. Crea una rutina y cúmplela

No importa si te trasladas al trabajo o si sigues trabajando desde casa, crea rutinas y cúmplelas. Genera rituales específicos para ciertos días de la semana de modo que puedas determinar un sentido concreto del tiempo. Por ejemplo, lee un libro específico durante los días de semana y guarda alguna novela más divertida para los fines de semana. De este modo, ayudarás a tu cerebro a separar el trabajo de la semana del fin de semana, aunque trabajes desde casa.

A continuación, compartimos algunas rutinas que pueden resultarte útiles para que seas más consciente del paso del tiempo:

  • Despierta y vete a dormir a la misma hora.

  • Ve a la oficina los mismos días todas las semanas.

  • Programa el descanso del almuerzo a la misma hora todos los días.

  • Quita físicamente de tu vista todo lo relacionado con el trabajo al final del día cuando trabajes desde casa.

  • Establece una rutina matinal (preparar el desayuno, salir a caminar, meditar, etc.) antes de ponerte a trabajar.

Lee: La rutina matutina ideal: 21 pasos para lograr un día más productivo

2. Aplica estrategias para la gestión del tiempo durante el día laboral

Nunca son suficientes las ideas para mejorar la productividad en el mundo; todo gira en torno a hallar las estrategias que mejor se adapten a tu personalidad. Si constantemente sientes que pierdes la noción del tiempo, lee las estrategias que aquí te compartimos para ayudarte a tener el control:

  • El time blocking: Cuando reservas una cantidad específica de tiempo para una tarea en particular. Ayuda a evitar los cambios de contexto. 

  • El time boxing: Cuando intentas finalizar una tarea específica dentro de un período determinado. Es similar al time blocking, pero esta técnica, además, genera una sensación de urgencia con respecto a las tareas. 

  • La técnica Pomodoro: Es una técnica común con la que trabajas 25 minutos con breves descansos en el medio. Esta técnica incluye descansos, de modo que sirve para darle un respiro a tu mente entre sprints de trabajo. 

  • Cométe la rana...: Una estrategia productiva que te invita a trabajar a primera hora de la mañana con las tareas más complicadas. Si haces primero los trabajos más difíciles, el resto del día, en comparación, resultará más sencillo.

  • La matriz de Eisenhower:Una técnica de priorización que sirve para decidir estratégicamente de qué tareas de la lista de pendientes te conviene ocuparte primero. Si te cuesta mucho decidir qué hacer primero, esta técnica puede ser muy útil para evitar la parálisis ante las decisiones.

3. Marca límites en torno a tu trabajo

Si tiendes a perder la noción del tiempo mientras trabajas, el trabajo se puede meter en tus momentos libres y afectar tu salud mental. Si no tienes cuidado, este tipo de situaciones aumenta las posibilidades de padecer agotamiento (burnout). El cerebro es un músculo, debes dejarlo descansar igual que a cualquier otro músculo del cuerpo.

Establece los límites para separar el tiempo de trabajo del tiempo libre. Por ejemplo, quita la computadora de tu vista cuando hayas terminado de trabajar, ponla en una repisa o un cajón donde no se vea. Apaga las notificaciones del teléfono celular. Si no te comunicas con la oficina, tu mente sabrá distinguir cuándo trabajas y cuándo te relajas.

Establece límites similares mientras trabajas. Reserva algo de tiempo para dedicarlo exclusivamente a la concentración sin distracciones. Puede resultar muy útil para lograr centrar la atención en algo intencionalmente y dejar que fluya. Te ayudará a producir trabajos de mejor calidad sin interrupciones ni distracciones.

Lee: 5 mitos sobre hacer varias tareas a la vez y 6 consejos para aumentar la productividad

4. Dedica algo de tiempo todos los días a salir al aire libre

Antes de que tuviéramos relojes, el sol era lo único que nos decía qué hora era. El sol es un excelente regulador de nuestro propio reloj interno y nos ayuda a generar la vitamina D que disminuye el estrés. Si pasas algo de tiempo al aire libre y lejos de las pantallas ayudarás a que tu ciclo circadiano se regule y, a la larga, te resultará más fácil dormir de noche, mantener un ritmo de sueño más regular y evitar enfermedades mentales. Saca el perro a pasear a la mañana temprano antes de ir a trabajar o haz una caminata corta al terminar el día. Ambas opciones sirven para dos cosas a la vez, disfrutas de tiempo al aire libre y marcas un límite con el horario de trabajo.

5. Aprovecha los beneficios de tu cronotipo

Todo el mundo tiene una hora diferente del día en la que el cerebro trabaja a su máximo rendimiento. Gran parte de este comportamiento gira en torno a las actividades diarias de cada persona, también a la edad y a los hábitos de sueño. Se lo conoce como “cronotipo”.

Hay tres tipos principales de cronotipos:

  • Matutino: Son personas que se despiertan, naturalmente, temprano en la mañana y se sienten más productivas al comenzar el día.

  • Bifásico: Estas personas se concentran más entre las 10:00 y las 14:00, con un descenso de energía en la mitad del día. Por lo común, las personas bifásicas experimentan también una “segunda ola” de energía al caer la tarde. 

  • Vespertino: Son quienes prefieren despertarse más tarde y hacer el trabajo intelectual más intenso durante las últimas horas de la tarde y las primeras horas de la noche. A los vespertinos les resulta más conveniente comenzar con tareas simples y guardar los trabajos de mayor demanda intelectual para el fin de la tarde.

Cuando sabes cuál es tu cronotipo, puedes distribuir el día laboral en torno a las horas pico. Organiza tus tareas y reuniones cerca del horario en que más rindas. Te ayudará a ahorrar energía mental para las tareas importantes para las que más la necesitas.

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