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Algunos proyectos y negocios se estancan y no logran avanzar o crecer. En muchos casos el problema está en el origen, en la idea de ese proyecto. Entender qué significa la escalabilidad y cómo implantarla es clave para crecer. Actualización: En esta actualización hemos añadido una sección más amplia sobre los tipos de escalabilidad que existen.
En este artículo te contaremos qué es la escalabilidad en la gestión de proyectos, su importancia para adaptarse a las demandas cambiantes y cómo se relaciona con las startups y las empresas scale up. Además, te ofrecemos los pasos para escalar un proyecto o negocio, cómo validar la idea, elaborar un plan de negocio o estratégico, conformar un equipo competente y apostar por el marketing digital.
Para ayudarte a implantar proyectos escalables te invitamos, además, a probar Asana, una plataforma que permite integrar otras herramientas y dar seguimiento fácil a todas las tareas e iniciativas del proyecto que estén en marcha.
La escalabilidad de un negocio, o empresarial, es la capacidad que tiene un proyecto para expandirse o contraerse y satisfacer así las demandas cambiantes del mercado.
La definición de la palabra escalabilidad como tal significa que algo se puede expandir o crecer para adaptarse a nuevas demandas y requisitos con alta disponibilidad. Pues bien, en el entorno de los proyectos, la escalabilidad empresarial se trata de especificar cómo puede el proyecto adaptarse o crecer siempre dentro del tiempo ofrecido.
A menudo, se utiliza este término relacionado con las organizaciones y se habla de negocios escalables o empresas escalables. De hecho, la escalabilidad empresarial es una de las características más importantes y señal de identidad de las startups. No solo es necesario contar con una gran idea, sino ser capaz de escalarla para pasar de emprender a gestionar una startup.
Escalar en una empresa significa aumentar su capacidad de producción, alcance o ingresos de manera proporcional al crecimiento de la demanda o del mercado, manteniendo los costos bajo control y sin perder eficiencia.
De este modo, lograr proyectos o negocios escalables permitirá a los gestores realizar cambios, de forma exponencial, rápida y ágil, en el alcance, tamaño y la complejidad de los mismos sin tener que comenzar desde cero. Esto ayuda a los gestores a garantizar que los proyectos se mantengan dentro del presupuesto y tiempo asignado.
La escalabilidad de un negocio también permite que los equipos ajusten rápidamente sus procesos según sea necesario, lo que les facilita mantenerse ágiles y responder rápidamente a las necesidades cambiantes de los clientes.
En conclusión, el escalamiento de una empresa se refiere al proceso de implementar estrategias y recursos para permitir un crecimiento sostenible y rentable, adaptándose a las nuevas exigencias del mercado y aprovechando oportunidades de expansión de forma sostenible y coherente.
Elabora con esta plantilla tu plan de negocioComo hemos visto, la escalabilidad es una de las características que define los proyectos de las startups. Sin embargo, no todos los proyectos escalables tienen los mismos ritmos de crecimiento. Por eso, en los últimos tiempos ha surgido con fuerza un término que probablemente hayas oído en más de una ocasión: scaleups.
Este término hace referencia a un tipo de startups en un estadio de crecimiento más avanzado. Así, el Scale-up Institute de Reino Unido define a una empresa tipo “scaleup“ como aquella que ha logrado crecer a más del 20% anual durante los últimos tres años o ejercicios, bien sea en empleados o en facturación. Además, se entiende por scaleup a compañías que hayan logrado una inversión de al menos 1 millón de euros.
Las scaleups son, por lo tanto, empresas con un modelo de negocio escalable, que ya han demostrado su alto potencial de crecimiento exponencial, y con una base sólida ya demostrable. Asimismo, al igual que ocurre con las startups, las scaleups son un tipo de negocio escalable basado con mucha frecuencia en productos digitales.
Aunque es una de las características más deseadas de cualquier emprendedor, la escalabilidad empresarial no siempre es fácil de lograr. A menudo, la dificultad se encuentra en los orígenes del proyecto. Por esta razón, te ofrecemos el proceso de escalamiento en un proyecto paso a paso para que puedas hacer un check en cada una de estas fases:
Tu idea de negocio o de proyecto debe ser escalable: Realizar estudios y análisis de mercado previos te ayudará a entender si tu idea de negocio es escalable o no. Por ejemplo, algunos tipos de proyectos son per se escalables, como un comercio electrónico. Piensa también en contar con recursos clave, escalables y en el tamaño del mercado, es decir, qué el número de usuarios potenciales de ese mercado. Dos ejemplos de escalabilidad de negocio fueron en su momento AirBnb y Netflix.
Valida el proyecto: Elabora un Mínimo Producto Viable para validar tu proyecto. Un producto se considera preparado para escalar cuando se ha demostrado que funciona adecuadamente con una gran cantidad de clientes que pagan el precio completo y cuando su modelo de negocio es válido.
Elige bien las herramientas y stack tecnológico que necesitarás: Contar con las herramientas necesarias para crecer y facilitar tu gestión de proyectos y del negocio desde los inicios te ayudará a crecer e implantar la escalabilidad empresarial como tu forma de entender el proyecto. Te sugerimos contar con una plataforma de gestión de proyectos única que te permita integrar otras herramientas, incluyendo soluciones de inteligencia artificial, y dar seguimiento de forma fácil a todas las tareas e iniciativas que estén en marcha.
Elabora el plan de negocio o plan estratégico del proyecto: Redacta un plan empresarial completo y detallado que resulte atractivo para los potenciales inversionistas, y acompáñalo de un elevator pitch.
Conforma un equipo competente que te permita delegar responsabilidades y enfocarte en otros aspectos del negocio o proyecto; es fundamental contar con personas idóneas para llevar a cabo la expansión de tu empresa.
Apuesta por el marketing digital: Invierte en marketing digital de forma consistente. Se trata de un camino eficaz para lograr dar a conocer tus productos y/o servicios y ofrece una gran flexibilidad, así como gran cantidad de datos e información de tus usuarios.
Los pilares fundamentales de un negocio escalable son la anticipación, la dimensión, la adaptación, la inversión y el autoservicio.
La anticipación implica prever las necesidades de crecimiento y permitir que la escalabilidad empresarial ofrezca un margen controlable de crecimiento. La dimensión implica diseñar procesos indicadores y umbrales capaces de alertar con antelación la necesidad futura de recursos para el modelo de negocio.
La adaptación implica estudiar el mercado, la competencia, los flujos de inversión y los marcos macroeconómicos para lograr economías de escala que disminuyan los costos de producción.
La inversión es necesaria para garantizar una base mínima de recursos económicos, materiales y humanos, y se pueden utilizar diversas estrategias de financiación y modelos de inversión para potenciar la escalabilidad.
Por último, el autoservicio implica diseñar procesos que permitan a los clientes disminuir algunos de los costos existentes en el modelo de negocio.
Cuando pienses en escalabilidad empresarial puedes distinguir entre varios tipos y dimensiones de escalabilidad. Un tipo de escalabilidad muy frecuente se refiere a los sistemas informáticos, tanto hardware y software, como es el sistema operativo de una empresa. Para poder escalar una empresa necesitarás también contar con los equipos y el software necesario.
La escalabilidad de tipo horizontal implica la incorporación de nuevo hardware a tu infraestructura tecnológica para satisfacer el aumento de la demanda.
Este enfoque se centra en la adición de más máquinas o nodos al sistema, distribuyendo la carga de trabajo entre ellos de manera equitativa. A medida que la demanda crece, se pueden agregar más servidores para manejar la carga sin sacrificar el rendimiento.
La escalabilidad horizontal es comúnmente utilizada en entornos de computación distribuida y en la nube, donde se pueden agregar o quitar recursos según sea necesario para adaptarse a los cambios en la carga de trabajo de forma lineal.
Por otro lado, la escalabilidad vertical implica añadir componentes a los servidores existentes para mejorar su rendimiento y capacidad. Esto puede incluir la actualización de procesadores, memoria RAM, unidades de almacenamiento, o cualquier otro componente que pueda aumentar la capacidad de procesamiento o almacenamiento del servidor.
La escalabilidad vertical es adecuada para aplicaciones que requieren una capacidad de procesamiento considerable en un único servidor, como bases de datos de alto rendimiento o aplicaciones empresariales críticas.
Sin embargo, este enfoque tiene limitaciones en cuanto a cuánto puede crecer un servidor individualmente, lo que lo hace menos flexible que la escalabilidad horizontal en términos de manejar aumentos repentinos y masivos en la demanda.
Pero la escalabilidad de un negocio no sólo tiene que ver con la infraestructura informática y tecnológica de la organización. Existen otros factores relevantes. Por eso podemos distinguir también varias dimensiones de escalabilidad permiten a un proyecto alcanzar su más alto rendimiento:
La escalabilidad administrativa se refiere a la capacidad de un negocio para crecer sin importar las organizaciones que necesiten compartir el producto o servicio. Esto implica la implementación de procesos eficientes, sistemas flexibles y una estructura organizativa que pueda adaptarse fácilmente al crecimiento y a los cambios en la demanda.
Al ser administrativamente escalable, una empresa puede expandir sus operaciones, colaboraciones y asociaciones sin experimentar obstáculos significativos en su funcionamiento interno. La eficacia en la gestión y la flexibilidad son clave para lograr la escalabilidad administrativa y garantizar un crecimiento sostenible con resultados a largo plazo.
La escalabilidad geográfica implica que el resultado y la calidad de un proyecto no varían en función de la distancia de los usuarios. Esto significa que independientemente de la ubicación de los usuarios, ya sea local, nacional o internacional, la experiencia del usuario y el rendimiento del proyecto deben ser consistentes.
Para lograr la escalabilidad empresarial geográfica, se deben implementar infraestructuras de red robustas, servidores distribuidos geográficamente y estrategias de entrega de contenido eficientes. Esto garantiza que los usuarios de diferentes regiones tengan acceso rápido y confiable al producto o servicio, lo que contribuye a una experiencia positiva y a la retención del cliente.
La escalabilidad en carga se refiere a la capacidad de un sistema para distribuir el trabajo y hacer frente a un aumento en las solicitudes de manera efectiva y con el más alto rendimiento. Este enfoque implica asignar las tareas de forma adaptada, distribuyendo la carga de trabajo entre los recursos disponibles para mantener un rendimiento óptimo del sistema incluso bajo condiciones de alta demanda.
La escalabilidad en carga es fundamental en entornos donde la carga de trabajo puede variar drásticamente en diferentes momentos, como sitios web de comercio electrónico durante las temporadas de ventas o servicios de transmisión durante eventos en vivo.
La implementación de técnicas como el equilibrio de carga y la escalabilidad automática puede ayudar a garantizar una experiencia de usuario consistente y confiable.
La escalabilidad empresarial es un componente fundamental para el éxito y la sostenibilidad de cualquier negocio o proyecto tecnológico. Ya sea administrativa, geográfica o en carga, la capacidad de adaptarse y crecer según las necesidades del mercado y los usuarios es esencial para mantener la relevancia y la competitividad.
Al adoptar enfoques escalables, las organizaciones pueden mejorar la eficiencia operativa, optimizar los recursos y ofrecer una experiencia excepcional al cliente, lo que contribuye al crecimiento continuo y al éxito a largo plazo.
Desde aprovechar nuevas oportunidades en el mercado hasta mejorar la gestión de recursos o la gestión del cambio en las empresas, las ventajas y beneficios de la escalabilidad en los negocios es múltiple:
La escalabilidad en un proyecto o negocio garantiza mayores posibilidades de crecimiento sin comprometer el resultado final o la calidad del producto. Un sistema escalable (ya sea un proyecto o negocio) permitirá así ampliar el negocio, y llegar a más usuarios sin enfrentar cuellos de botella significativos. Sin embargo, es importante identificar y abordar cualquier cuello de botella que pueda surgir en el proceso de escalabilidad empresarial. Un cuello de botella puede manifestarse en diferentes aspectos del proyecto o negocio, como recursos limitados, procesos ineficientes o tecnología obsoleta. Al reconocer y resolver estos cuellos de botella a tiempo, se puede optimizar el rendimiento y asegurar un crecimiento continuo y sostenible.
Un tipo de negocio escalable cuenta siempre con las mejores y más adecuadas tecnologías para, de esta forma, poder adaptarse a crecimientos rápidos sin realizar grandes cambios. Contar con el mejor talento y los mejores recursos supondrá así un ahorro a largo plazo para este tipo de empresas.
Como ya hemos visto, las empresas escalables suelen contar con una sólida base tecnológica, sistemas de Business Intelligence e infraestructuras que les permiten poder gestionar los retos de los entornos VUCA en los que crecen.
En los últimos años, los proyectos escalables o empresas escalables nacen y se desarrollan en medio de la era digital, donde la velocidad del cambio es constante. Los participantes o equipos que trabajan con la escalabilidad empresarial están habituados al cambio continuo y son capaces de afrontarlo de forma eficaz y rápida en este entorno dinámico. La mejora continua a la que deben someterse los proyectos escalables hace que sus miembros estén preparados y adaptados a los rápidos cambios que caracterizan a la era tecnológica.
Comienza ya a definir los objetivos de tu proyecto escalable y conecta estos objetivos con tus tareas y equipos con un plataforma de gestión de proyectos. Una herramienta de gestión de proyectos es una pieza fundamental en la implantación de la escalabilidad en los negocios. Proporciona una visión clara y unificada del progreso del proyecto y del estado actual del mismo. Esto permite a los miembros del equipo colaborar eficazmente y garantizar que el proyecto se esté moviendo en la dirección correcta.
Además, una herramienta de gestión de proyectos también puede ayudar en la planificación y asignación de recursos, lo que es esencial para la escalabilidad empresarial. A medida que una empresa crece, es necesario asignar los recursos adecuados a los proyectos para garantizar que se completen a tiempo y dentro del presupuesto. También puede ayudar a identificar las necesidades de recursos, como la contratación de nuevos empleados o la inversión en tecnología, y a asignarlos de manera efectiva para maximizar su rendimiento y aumentar la eficiencia del proyecto en general.
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