Este artículo se publicó originalmente en Inc.
La colaboración en el trabajo ha alcanzado un punto álgido. Dondequiera que mires, hay otra empresa o artículo de noticias promocionando los beneficios de una fuerza laboral conectada y colaborativa. Y eso es comprensible: la colaboración puede ser buena para tu empresa. Pero cuando no es intencional o, peor aún, cuando se gestiona mal, la colaboración puede perjudicar a tu organización.
La clave está en saber cómo trabajan juntos tus empleados. En otras palabras, necesitas lo que mis colegas y yo llamamos “inteligencia colaborativa”.
Potencie la claridad y el impacto a escala conectando el trabajo con los objetivos de la empresa.
La inteligencia colaborativa ayuda a los líderes a comprender cómo colaboran los empleados. Revela las formas interconectadas en que tus empleados trabajan juntos. Puede ayudarte a identificar cómo tus equipos pueden hacer su mejor trabajo, aumentar su productividad y, en última instancia, tus resultados.
Pero no es fácil. Para lograr una colaboración efectiva, debes llegar a un término medio difícil de alcanzar entre demasiado y muy poco. Si hay demasiada colaboración, tus trabajadores pueden sentirse sobrecargados por las notificaciones, las reuniones y otros aspectos. Si hay muy poca colaboración, los equipos se desconectan y se aíslan.
Con más trabajo distribuido, más tecnologías y flujos de trabajo más complejos, la colaboración se ha vuelto más invisible que nunca. Como líder, es imposible ver todas las formas en que tus equipos trabajan juntos.
La colaboración también está aumentando en general. Según una investigación dirigida por el profesor Rob Cross de Babson College, los empleados dedican un 50 % más de tiempo a colaborar hoy que hace una década. El trabajo de Cross muestra que hasta el 35 % de la colaboración de alto valor dentro de una organización proviene de solo el 3 al 5 % de los empleados. Esto a menudo significa que los empleados de mayor rendimiento están haciendo la mayor parte del trabajo colaborativo, lo que significa que son los que corren mayor riesgo de sufrir agotamiento y abandonar la organización.
Por supuesto, la colaboración no es intrínsecamente mala. Heidi Gardner, de Harvard, ha demostrado que cuando los equipos trabajan juntos en todos los departamentos, pueden aumentar la lealtad de los clientes y los márgenes.
El problema es que las empresas a menudo buscan la colaboración cuando podrían apoyarse en esfuerzos de coordinación más simples y rentables.
La coordinación, que implica un trabajo más secuencial que simultáneo (como los traspasos y los relevos), es más simple que la colaboración. Pero los líderes todavía están más interesados en la colaboración para el trabajo compartido. Esto se debe a que la colaboración tiene un efecto halo, lo que lleva a los líderes a creer que es sinónimo de trabajo en equipo. En nuestra investigación reciente en The Work Innovation Lab, un grupo de expertos de Asana donde trabajo, descubrimos que aproximadamente uno de cada cinco líderes no conoce la diferencia entre los dos términos. ¿Y tú?
Como líder, no puedes preparar a tus empleados para colaborar de manera efectiva si no sabes lo que significa la colaboración.
No es suficiente simplemente colaborar: tú y tus empleados deben colaborar de la manera correcta. Y lo que es correcto dependerá de lo que estés tratando de optimizar. Por ejemplo, en nuestra investigación, descubrimos que las empresas deben colaborar de diferentes maneras dependiendo de si están tratando de impulsar la innovación o mejorar la experiencia del cliente.
La inteligencia colaborativa a menudo puede conducir a hallazgos inesperados. Por ejemplo, recientemente realizamos un estudio que analizó cómo las empresas de Fortune 500 colaboran para producir excelentes experiencias para los clientes. Descubrimos que hoy en día, los equipos de experiencia del cliente tienen un 70 % más de probabilidades de colaborar con otros departamentos, como marketing y operaciones. Eso es incluso más que equipos como Recursos Humanos o TI, que formalmente prestan servicios a toda la empresa.
En resumen, la colaboración es compleja y, a menudo, invisible. Es por eso que un enfoque basado en datos es tan crucial. Solo puedes mejorar la colaboración cuando entiendes cómo funciona tu empresa.
Dentro de tu empresa, es probable que muchos de tus trabajadores se sientan sobrecargados, aislados o una combinación de ambos. Pero probablemente no te lo digan. Entonces, ¿cómo puedes identificar dónde ocurren estos problemas y quién se ve afectado?
Desarrollando tu propia inteligencia colaborativa interna. Comienza por identificar dónde se está llevando a cabo la colaboración, a través de diferentes espacios físicos y virtuales, y a través de diferentes tecnologías. La información es poder, especialmente cuando eres responsable de liderar una organización.
Cuando se trata de optimizar la colaboración en tu empresa, no puedes darte el lujo de simplemente seguir tus instintos. La colaboración es demasiado compleja y demasiado invisible. La inteligencia colaborativa ofrece una alternativa para gestionar la forma en que trabajan tus equipos. A través de los datos y el análisis de datos que descubras, puedes hacer que la colaboración funcione para ti, y no al revés.
En este manual respaldado por la investigación, obtén información sobre cuándo usar la colaboración frente a la coordinación (y por qué esa distinción es importante)