ES: BAGGU comenzó como una pequeña empresa familiar en el 2007 cuando mi madre y yo no podíamos encontrar un bolsa reutilizable que fuera estéticamente agradable y duradera. Así que decidimos hacer la bolsa que imaginamos nosotras mismas; el negocio fue creciendo de forma natural. Mi mamá y yo pudimos salir de su garaje. Incluso solicitamos la ayuda de mi hermano menor para empacar y enviar los primeros pedidos. Yo dirigí el negocio, administré la producción y la administración, me ocupé de baggu.com y manejé todas las solicitudes de venta al por mayor, me ocupe de todo esto yo sola. Sabía que nuestro proceso no podía crecer más y necesitábamos encontrar el equipo y el proceso adecuados para ayudarnos a crecer como marca.
EV: Luego yo me uní para ayudar con el diseño y la marca justo cuando la compañía comenzaba a convertirse en un negocio real en un mercado competitivo.
ES: Ellen es mi mejor amiga desde niñas y ahora es nuestra Directora Creativa. Incorporarla al equipo fue un gran paso para hacer crecer nuestra marca.
ES: Rápidamente nos dimos cuenta de que no podíamos mantenernos al día con todas las piezas en movimiento de las operaciones cotidianas. Teníamos una empresa minorista de rápido crecimiento y mucho más de lo que podía manejar nuestro sistema de administración de proyectos con papel y lápiz.
EV:Todavía recuerdo cuando éramos solo un equipo de 8 personas: teníamos email, un calendario de Google impreso pegado a la pared y un cronograma de producción en una hoja de cálculo con columnas para los proyectos y las fechas. Sin duda, se nos estaban escapando cosas importantes.
ES: A medida que nuestro equipo y nuestras ventas crecieron, sabíamos que necesitábamos un mejor sistema para gestionar las tareas, uno que remplazara un montón de sistemas imperfectos que nosotros fuimos sumando. Mi esposo me mostró Asana y dijo “¡Tienes que probar esto!”.
EV: Asana nos permitió hacer un seguimiento de todo lo que estábamos haciendo y dividir nuestros proyectos en tareas más pequeñas sobre las cuales podíamos tomar acciones. Nos ayudó a hacer las cosas desde el principio. Se pierde mucho al enviar emails. Con Asana, las cosas se materializan.
La transición de realizar solicitudes por email a hacerlas en Asana rápidamente se convirtió en algo muy natural. Ahora, cuando asignamos tareas para crear bocetos, o buscamos inspiración para el diseño, me siento segura de que la gente puede seguir el hilo. Los proyectos grandes como crear nuestro catálogo de otoño, o coordinar el lanzamiento de una nueva línea de productos BAGGU, de repente se volvieron más fáciles.
ES: Abrir una oficina en San Francisco fue un cambio bastante significativo para nuestra empresa. Los departamentos de diseño y operaciones se mudaron a la costa oeste, mientras que el de ventas permaneció en Nueva York.
EV: Realmente aumentamos mucho nuestro uso de Asana cuando nuestras oficinas pasaron a estar situadas en las dos cosas. Como resultado de estar en oficinas distintas muchas de nuestras conversaciones también pasaron a Asana. Ahora alternar entre Asana y nuestro trabajo es algo muy natural.
ES: Asana se volvió indispensable. La comunicación fluía sin problemas por medio de Asana; el equipo de ventas sabía lo que estaba en el canal de diseño y todos podían estar sincronizados, a pesar de la distancia y la diferencia horaria.
EV: Asana siempre ha podido crecer y evolucionar con nosotros. Mis compañeros de equipo continuamente descubren maneras realmente innovadoras de hacer que el trabajo sea más eficiente con Asana.
ES: Por ejemplo, Amy, nuestra gerenta de Productos en Nueva York; planifica todo el cronograma de producción de BAGGU en Asana. ¡Es pura magia!
AS: Seguimos siendo un equipo pequeño, pero de todos modos hay mucho para comunicar entre las oficinas y zonas horarias. Con nuestros cronogramas de fabricación, yo ayudo a coordinar las fechas de entrega y fechas límite para el desarrollo de los productos y los materiales de diseño con las oficinas creativas en San Francisco, y comunico esos planes y proyectos de producción a nuestras oficinas de ventas en Nueva York. Asana reduce la cantidad de emails que tengo que enviar. ¡Simplemente agrego a las personas como seguidores de las tareas!
ES: Pasamos mucho tiempo al principio, cuando únicamente estábamos en Nueva York, pensando cómo queríamos hacer crecer la empresa. Con un equipo pequeño, tienes que ser estratégico sobre los compromisos que asumes. Para mí es importante parar y pensar qué tipo de personas y herramientas necesitamos para cumplir nuestros objetivos y Asana es una de esas herramientas.
AS: Ahora, con 21 personas podemos lograr más de lo que se podría esperar. Gracias a Asana, nuestra comunicación es más efectiva. Manejamos muchísimos vendedores minoristas y socios. Estamos en más de 1000 tiendas y tenemos distribuidores en 12 países. Nuestro objetivo es seguir elaborando buenos productos de gran calidad y poder brindar una excelente atención a nuestros clientes.
ES: Somos un equipo pequeño ¡pero hacemos más de lo que podría esperarse! Podemos competir en un difícil mercado minorista contra empresas más grandes. Asana ha ayudado a nuestro equipo a crecer y seguir elaborando productos que nuestros clientes adoran y utilizan todos los días.